miércoles, 30 de enero de 2013

New York's Love

New York's Love

Lo veía irse y se le partía el alma. Cómo es que eso había sucedido? Todo estaba tan perfecto, el viaje ideal, el sueño cumplido, y de un momento a otro, todo se derrumbó, como en un abrir y cerrar de ojos, casi sin explicaciones. Él parecía enojado, suponía que por enterarse de esa forma, pero tampoco fue su intención, ella quería contarle, pero no había encontrado la ocasión, y todo fue tan rápido.

Giró, y lo sintió a su lado. Las lágrimas seguían rodando por sus mejillas, imparables. Intentó calmar su respiración al mismo tiempo que lo abrazaba más fuerte, haciendo que él se despierte. La miró extrañado y automáticamente le acarició el rostro, limpiándole el llanto a su paso.

-qué pasó Ro? -ella no respondía -tuviste una pesadilla? -asintió levemente -o te arrepentís de lo de ayer? -la rubia se acomodó un poco, poniéndose a su altura
-no, de eso nunca me arrepentiría -sonrió como pudo

Flash back

-10... 9... 8... 7... 6... 5... 4... 3... 2... 1... Happy new year! -exclamaba la gente a coro en el Time Square mientras bajaba la Bola de Fin de Año, celebración tradicional allí
-Feliz año nuevo mi amor -y ellos se besaban, algo típico también. Empezaban el nuevo año junto al amor que elegían día a día -Te querés casar conmigo? -sacó de su bolsillo una pequeña cajita, que contenía dentro un anillo hermoso, simple, pero con un brillante que deslumbraba. Rocío estaba completamente impactada, si había algo que no se esperaba, eraq aquello
-sí -murmuró -sí -elevó un poco el tono -sí! -casi gritó cuando se convenció de que ello estaba sucediendo realmente, pasando sus brazos por al rededor del cuello de él
-te amo -le dijo tranquilo, pero con una sonrisa que expresaba toda su felicidad
-te amo, te amo, te amo -ella estaba mucho más exaltada
-I LOVE YOU -sonrió y la besó, sellando así el compromiso que acaban de tener

Fin flash back


El rubio y la rubia. Los de ojos claros. Rochi y Nico. Rocío Igarzabal y Nicolás Guggiana. Él de 27, ella de 23. Dos jóvenes que se conocían desde hacia unos años, cuando él fue a recorrer Argentina, como viaje de placer, y allí se la encontró, paseando a su pequeño caniche por las calles de Buenos Aires. No era alguien con vergüenza, de modo que se le acercó amablemente y comenzaron a charlar. Entre una cosa y otra, la invitó a salir, y así es que anduvieron juntos por cuatro meses, hasta que un día, de urgencia lo llamaron. Debía volver a Estados Unidos, su papá estaba internado grave, no se sabría si se recuperaría, y lo último que el señor quería, era ver a su familia toda junta.
Nicolás la invitó a viajar con él, no quería separarse de ella, pero Rocío no pudo aceptar la invitación: su trabajo, su madre, sus obligaciones se lo impedían.

-quién es? –preguntó Nicolás al escuchar que golpearon la puerta
-somos del departamento de turistas y buscamos a la señorita Igarzabal –ambos abrieron los ojos
-si? –respondió ella
-mañana mismo tiene que volver a su país, la VISA vence hoy –le informaron, y cayó en la cuenta de que sí, era el día indicado
-muchas gracias por recordarlo –intentó sonar amable, aunque no estaba segura de haberlo logrado
-mañana te tenés que ir? –Nicolás perdió gran parte de su alegría
-sí –ella bajó la mirada
-eso es lo que me tenías que decir hace unos días –asintió –quizás… -Rocío lo miró –yo pueda hablar con mi abuelo para que hable con alguno de sus contactos y te puedas quedar –sonrió
-no Nico… -él le interrumpió
-por qué? –preguntó al instante
-hace tres meses que no veo a mi mamá, tengo que arreglar unas cosas allá también. Necesito volver –le explicó serena
-pero vas a volver y te vas a casar conmigo, no? –se lo escuchaba con miedo, como si pensara que eso era un cuento, donde a las doce, todo volviera a ser como antes, y nada feliz
-obvio Puki –se le acercó, muy sonriente, y lo besó, con tanto amor que las dudas tontas que él tenía se desaparecieron automáticamente

Y entre mas besos volvieron a hacer el amor como en la noche que acaba de pasar. Mimos, caricias, palabras bonitas y otras tantas inentendibles. Se tocaban como expertos pero con tal suavidad que sorprendía. conocían sus cuerpos casi de memoria y eso hacía que las sensaciones sean mucho mas magníficas, ya que no se quedaban en el molde, disfrutaban de mil y un maneras. 

~ Meses mas tarde

La veía entrar del brazo de Mariano, su propio hermano, ya que ella no tenía ningún allegado hombre que la escoltase, y aquel chico, en pocos meses, se había convertido en un gran amigo. Jazmín, la otra hermana de él, lo miraba y le sonreía. Ella le había contado todo el drama que fue elegir la vestimenta y qué más podía hacer Nicolás que sonreír?.

Flash back

-Má, vení, es por acá –dijo la rubia, dirigiendo a su madre en esa gran ciudad
-con qué necesidad tenemos que venir hasta Estados Unidos a comprar un vestido? Cerca de casa hay una modista muy delicada –protestaba Adriana, que no era amante de los altos edificios y las acumulaciones de personas
-es que… -la miró –este es mi sueño ma, y además, Nico insistió mucho para que lo haga acá –señaló la puerta de Kleinfeld, una tienda muy reconocida de vestidos
-Rochi! Llegaste –exclamó Jazmín, quien al tiempo de haberla visto parada afuera, salió también a recibirla
-Hi Jaz –rió. Le gustaba mucho hablar un poco en español y otro poco en inglés, algo que podía compartir con toda la familia Guggiana –te presento, ella es mi mamá -.
-hola, un gusto –esa pequeña rubia era tan simpática como su hermano
-hola –Adriana sonrió tímida

Ingresaron y las dos argentinas quedaron impresionadas por la magnitud y belleza del lugar. Si bien habían visto muchas veces el programa de televisión en donde se transmitía la tienda, en persona no se comparaba con nada.
Comenzó la cita en búsqueda del atuendo perfecto para la ocasión más importante de su vida, y al llegar a la pregunta del dinero, dos respuestas se hicieron presentes al mismo tiempo: “Lo más económico posible” “No hay límite”. Ambas rubias se miraron. Jazmín sonrió, y Rocío no. La de ojos miel no tenía planeado gastar mucho en algo que duraría sobre el cuerpo, menos de doce horas. En cambio, Nicolás le había pedido expresamente a su hermana, que se cerciorara de que Rocío obtuviera el vestido que quisiera, sin ningún impedimento.

Luego de probarse algunos vestidos que no la dejaron encantada, se encontró con uno que la deslumbró. Era corte sirena a partir de las rodillas, y tenía una cola de largo mediano. Era plisado en su totalidad, y bien ajustado al cuerpo. De escote corazón, con un decorado con pedrería en la parte superior del lado izquierdo. Realmente hermoso, tanto que la hizo emocionar. Se imaginaba caminando con él hasta el altar, a un Nicolás boquiabierto y precioso, mirándola sorprendido ante esa imagen diferente de ella. Pero no, todo no podía ser tan perfecto, algún problema debía haber, y sí, nuevamente el precio. A quién se le ocurría gastar siete mil dólares en un vestido? Eso era inaceptable.

-Rochi, me dijo Jaz que encontraste tu vestido pero que no lo querés comprar -ante la negativa de la Rocío, Jazmín decidió llamar a su hermano
-imposible comprar un vestido tan caro por tan pocas horas -expresó su punto de vista
-Ro, a partir de ahora y para siempre vas a ser una princesa. Y toda princesa tiene un hada madrina. Vos tenés dos: Jaz y yo. Si te fijas bien, ningún hada madrina se fija en los precios, lo único que buscan es la felicidad de la princesa, así que si te encanta el vestido, compralo, y ningún drama más -el rubio sabía qué decirle exactamente para convencerla
-te amo -volvió a lagrimear, y nuevamente por emoción
-hermanito, yo sabía que no me equivocaba al llamarte -la pequeña rubia le quitó el teléfono a la de ojos miel, ya se notaba que la compra se efectuaría

Fin flash back 


-estamos aquí reunidos para celebrar la unión entre Rocío Igarzabal y Nicolás Guggiana -comenzaba a decir el cura que realizaría la misa de casamiento 

La ceremonia continuó con las palabras adecuadas, entre miradas profundas y de suma felicidad. Las sonrisas en los rostros de los novios eran imborrables, pues habían pasado por mucho para que eso se pudiera hacer realidad, y una vez que lo vivían, querían disfrutarlo al máximo, y nada mejor que mostrando la alegría que había en sus corazones. 

Luego de algunas palabras más, llegó la parte más literal del casamiento. 

-entonces, Nicolás Adolfo Guggiana Riera, acepta a Rocío Igarzabal como su legítima esposa, para amarla y respetarla en la salud y el la enfermedad, en la riqueza y en la pobreza, en la prosperidad y en la adversidad, hasta que la muerte los separe? -Nicolás comenzó a recordar rápidamente todo lo vivido con ella, lo bueno, lo no tan bueno y lo mágico: todo. 

Flash back

Habían pasado dos semanas de separación por primera vez desde que se conocieron. Rocío tenía miedo de llamarlo, pues no sabía cómo era la situación del padre de él, y no quería incomodarlo.

-hello? -atendió el preguntando ya que no reconocía el número
-hola Nico -lo saludó tímida
-Rochi? -una extraña felicidad lo invadió
-si -sentía vergüenza al estar hablándole
-todo bien ? -el tono de voz se le notaba completamente diferente al del principio de la conversación
-sí, vos? -estaba un poquito más desinhibida
-bien, contento por escuchar tu voz -Nicolás era alguien directo. Luego de eso se produjo un silencio algo incómodo
-cómo está tu papá? -sabía que quizás no era una pregunta adecuada, pero desde que se había ido le carcomía la cabeza saber cómo se estaba sintiendo
-bien por suerte. Sigue internado, está débil, pero estable. Cuando nos vio entrar a los cuatro a la habitación sonrió de la forma más sincera que le vi en mi vida, así que después de eso, intentaba ponerse mejor con más ganas. No va a poder irse del hospital, pero sabemos que va a estar con nosotros un tiempo más -se lo escuchaba realmente feliz
-me súper alegra Nico -le hizo muy bien saber que estaba en un buen momento, por así decirlo
-gracias por llamar y acordarte -él también estuvo pensando en ella, pero no quería molestarla, o lo que sea

~

-Rochi, dónde estas? -le hablaba él por teléfono
-en casa -habló por lo bajo
-cómo que en tu casa? Tenes que estar acá, en dos semanas nos casamos! -se exaltó
-pero no puedo ir ahora, estoy muy atareada con el trabajo, tengo que terminar esto para la semana que viene, y ni estos pocos días me alcanzan para terminar -dijo mientras no dejaba de tipear
-Rocio... -suspiró resignado
-Nico, tengo que cortar. Necesito trabajar -terminó la comunicación sin despedirse

Rocio continuó trabajando sin parar y sin importarle nada. No le gustaba completamente su trabajo pero se esmeraba por hacerlo bien. A pesar de mudarse a Estados Unidos pronto, intentaría que la trasladen allí antes de tener que renunciar.

-Hey! -escuchó que decían a sus espaldas y se asustó
-qué haces acá Nicolás? -lo miraba y no lo podía creer
-y, como me dijiste que no podías viajar para allá porque no llegabas con tu trabajo, vine yo para acá así hacemos todo mas rápido -sonrió con esa sonrisa tan particular que Rocio casi se queda sin habla
-no era necesario -se le acercó y le dio un beso, expresándole lo agradecida que estaba con él, lo feliz que le hacía sorprendiéndola todos los días. Le decía a través de esa conexión que lo amaba y que nunca se arrepentiría de ello
-aunque, vos sabes que esto no es necesario -acotó
-Nicolás, no empieces otra vez con lo mismo, estaba todo tan bien hasta ahora -se separó brusca
-está bien, está bien -la tomó por la cintura nuevamente -perdón -le robó un beso -en qué te ayudo? -mejor era volver al tema anterior, una discusión por ese motivo no sería agradable

Fin Flash back


-Sí, acepto -mostró sus dientes feliz, mientras los ojos se le aguaban debido a la alegría. Realmente habían vivido muchas cosas, pero lo más importante era que las habían atravesado juntos 
-Y usted, Rocio Igarzabal, acepta a Nicolás Adolfo Guggiana Riera como su legítimo esposo, para amarlo y respetarlo en la salud y el la enfermedad, en la riqueza y en la pobreza, en la prosperidad y en la adversidad, hasta que la muerte los separe? -y cómo no, ella también comenzó a recordar

Flash back

-Rochi! -la saludó efusiva María Laura, su futura suegra
-hola, cómo andas? -la semana de trabajo había ya pasado junto a Nicolás en Argentina. Ellos acababan de llegar a New York
-me contó Marian que te gusta el diseño -comentó la señora
-sí, me encanta -contestó sincera
-no te agradaría trabajar conmigo en mi industria? A los diseñadores gráficos se le están acabando las ideas y se necesita refrescar -sonrió y giró su rostro al escuchar cerrarse la puerta
-Nicolás! -casi gritó la rubia hacia él
-qué pasa amor? -Rocio no tenía muy buena cara
-qué te dije? -sí, estaba enojada
-de qué? no entiendo -eso era verdad, no comprendía de qué hablaba
-que no quiero que me regales un trabajo acá, yo puedo conseguirlo tranquila -su tono de voz mostraba completo enfado
-yo no hice nada Ro -él no se alteraba, realmente no quería pelear
-claro -dijo irónica saliendo de dónde estaban los tres
-qué pasó ma? -le preguntó él a su madre, quién se encontraba parada allí, sintiéndose completamente incómoda
-le dije que me gustaría que se una a nuestro equipo de trabajo, porque tus hermanos me contaron que ella es muy buena diseñadora gráfica y creímos que estaría bueno renovar la imagen de la marca -contó inocente, sin saber qué había hecho mal
-ah, entiendo -bajó la vista
-mejor me voy a casa, por si vuelve y yo meto la pata otra vez -rió por lo bajo, le dio un cariñoso beso y lo dejó solo
-y ahora qué hago? -se preguntó en voz alta, indignado

Pasaron cerca de dos horas y Nicolás no tenía noticias de Rocio. Ya se estaba preocupando, pero no quería molestarla llamándola ni nada. La conocía, y sabía que en esas situaciones ella necesitaba pensar tranquila, sin interrupciones, y en el momento en que aclarara su cabeza, volvería, se comunicaría con él, o algo.

"I need you". Le llegó el mensaje y se desesperó. Qué pasaba? Dónde estaba? Con quién se encontraba? Las preguntas comenzaron a invadir su cabeza, creándole malas posibles situaciones que podrían haber sucedido y no lo soportaba.
Para su suerte, al instante le llegó otro mensaje diciéndole si la podía ir a buscar a determinado sitio. No tardó mas de 15 minutos en llegar, iba rápido impulsado por la necesidad de verla bien. Y apenas entró al bar donde le había dicho, ella se le abalanzó para abrazarlo bien fuerte y no soltarlo hasta llegar al auto.

-gracias y perdón -bajó la vista. Se encontraban fuera del automóvil, Nicolás con su espalda apoyada en él y ella entre sus brazos, siendo protegida del frío y del miedo
-mi mamá me contó lo que pasó -le aclaró él
-como si no supieras -suspiró
-che, no peleemos -le acarició el rostro -en serio yo no le dije nada a mi mamá. Que me encantaría que estés en la empresa familiar no te lo voy a negar, pero sé respetarte -Rocio lo miró de reojo
-perdón, soy una tonta -habló con voz de nena pequeña
-qué pasó recién? -se refería al mensaje de texto
-salí a caminar enojada. Caminé, caminé y me perdí. Sentí que me seguían, entonces me metí en el primer local que vi. Tenía miedo de verdad. No me dejes hacer estas estupideces Nico, manteneme con vos -rozaban sus labios
-te amo Rosa -sus miradas estaban conectadas

Fin Flash back


-sí, acepto -ella también tenía los ojos llenos de lágrima, pero su sonrisa era la que destacaba en su rostro

Luego de esas dos palabras tan especiales, una niña de cinco años que llevaba puesto un vestido color rosa bebé se les acercó. Era la prima de Rocio, quien en su momento, hizo pasar una mala experiencia a Nicolás, pues hacía unos años, cuando no la conocía, creyó que era hija de la rubia, ya que la había llamado "Ma". La ojimiel tuvo que rebuscárselas para hacer que la escuche, y terminó lográndolo. En el momento que le pudo aclarar las cosas, él suspiró aliviado. No era un desalmado que no aceptaría a la hija de quien amaba, pero estaba aterrado por no ser aceptado por la nena, o peor, que la misma Rocio no quiera estar con él debido a eso. Pero pasado todo, supieron como disfrutar los momentos en Argentina junto a Martina, la chiquilla en cuestión, quien siempre les hacía reír con sus ocurrencias.

-Yo, Nicolás, te tomo a ti Rocio como mi esposa -comenzó a decir él cuando tomó el anillo de oro blanco y se dispuso a colocarlo en la mano de ella -prometiéndote amor eterno, porque lo que yo siento por vos, va mas allá de las reglas de la vida. Estoy seguro que ni la muerte nos separará, porque yo creo en la eternidad de las almas, y las nuestras están destinadas a estar juntas para siempre -sonrió al ver como se lucía la piedra brillante en su dedo
-Yo, Rocio, te tomo a ti Nicolás como mi esposo -era el turno de ella de decir sus votos matrimoniales -comprometiéndome para con vos a intentar ser mejor personas todos los días, a hacer hasta lo imposible para que seamos felices, porque lo que vos necesites y yo te pueda ayudar, será algo que no se dudará. Vos me haces feliz desde el primer día que te vi. Cumpliste mi sueño, me dejaste vivir con vos acá y me protegiste en cualquier situación, como estoy segura que seguirás haciendo. Te amo porque sos My New York's Love -rió entre dientes y él la acompaño en acción. Ese término era una forma cariñosa y graciosa con la cual se llamaban desde hacía mucho tiempo. Era su particularidad, única e irrepetible

Y así es como se daba inicio al primer día del resto de sus vidas, tal como él tenía en mente desde que se había despertado. Su razón para sonreír y seguir adelante tenía nombre y apellido, y acababa de convertirse su esposa. Su felicidad estaba completa. Aquel amor que había nacido en Argentina, florecido y concretado en Estado Unidos, hoy daba un paso más, uno muy significante para todos, pero principalmente para ellos. Estaban preparados para estar juntos, viviendo el sueño de un real y magnífico New York's Love.

(Vestido http://twitter.com/Michusay/status/2967 ... 84/photo/1 )

martes, 1 de enero de 2013

My happiness are you ♥


My happiness are you ♥

Como muy seguido hacía, ese sábado Rocio salió a bailar con sus amigas.
Ella se consideraba una persona feliz, con sus 19 años le gustaba estudiar psicología, cantar y tocar la guitarra. Decía ser un poco inmadura en algunas cosas, y “estar grande” para tantas otras. Vivía sola con su madre, Adriana, en una casa sencilla pero bonita.

En determinado momento de la noche, la rubia avisó que iba a la barra por algo de tomar. Dijo que iba sola, ya que todas sus amigas estaban en buena compañía y no quería ser inoportuna.

-siempre venís por acá? –escuchó a su espalda y automáticamente pensó “siempre el mismo chamuyo?”, pero al darse cuenta, quedó atónita
-a veces –sonrió exageradamente feliz
-entonces tendré que venir más seguido –sí, el discurso seguía igual que todas las anteriores veces
-si vos querés –tomó un sorbo y terminó su trago
-te invito a tomar otra en una mesita, querés? –cómo negarse ante él
-dale –obviamente iba a disimular un poco su entusiasmo, tenía que verlo como cualquier otra persona más

Hablaron de muchas cosas en ese rato que tomaban algo juntos. Estudios, trabajo, familia, hobbies y más. Algunas cosas eran verdad, otras no, y ella sabía exactamente qué lo era y qué no precisamente, pero entendía a la perfección el motivo de por qué lo hacía.

-tengo que decirte algo –bajó la vista –y quizás esto haga que te vayas y no me quieras hablar más –era probablemente lo que él iba a hacer
-no creo que quiera eso, pero a ver, decime –sonrió y ella se derritió
-yo soy fan tuya, apenas te vi, no podía creer que me estabas hablando. Supe que mentías cuando me dijiste que no estás trabajando, que estudiaste abogacía, y que eras hijo único. Te sigo desde Casi Ángeles y realmente te admiro, y hoy mismo me demostraste personalmente lo buena persona que sos, algo que nunca dudé –sonrió serena, sabía que ese era el fin de un buen momento
-Nico, nos estamos yendo –un amigo de él, Matías Bosio reconoció ella, se les acercó
-me pasarías tu número de celular? así te llamo y nos vemos otro día –le guiñó el ojo y la ojimiel le dio su teléfono

~

“Nico, estoy en la puerta de los estudios, cuando salgas, podrás frenar?”

Envió el mensaje con miedo a pesar de que hablaban seguido. No habían vuelto a verse personalmente, pero sí por skype, y charlaban largas horas por celular, facebook y MD.

“Hola Rubia  Todo bien? Sí, yo también. Hay mucha gente afuera?”

Recibió la contestación al instante, y rió al leerla.

“Por vos estoy yo sola. Hay muchas fans de Carina”

Le informó el estado en que se encontraba la calle de Pampa, lugar donde Nicolás Riera grababa Dulce Amor, junto a su amiga, Mariana Espósito, y un gran elenco.

“Querés entrar?”

Eso no se lo esperaba Rocio. Muchas veces había fantaseado, soñado con poder ingresar, pero siempre fue eso, algo de su imaginación, nada que se pudiese llevar a la realidad.

“Acercate a la puerta, que en 5 va un amigo preguntando por vos y te dejan pasar”

Nicolás no esperó la respuesta de ella, porque sabía que aceptaría sin dudar, o de otro modo, se hubiese negado automáticamente luego de recibir el mensaje con la invitación.
Dicho y hecho. Ella se acercó al guardia sin decir nada y una persona la estaba esperando, preguntó su nombre, y al escuchar el indicado, la hizo pasar.

El rubio la estaba esperando con una sonrisa espléndida en su rostro. La vio y la saludó con un beso en la comisura de sus labios, lo que hizo que ella se ponga un poco nerviosa.

-desde qué hora estás afuera? -preguntó él ofreciéndole un lugar para sentarse y algo de tomar. Estaba en un momento libre
-desde las... -pensó un instante y miró su reloj -sí, desde las 10 -sonrió
-seis horas esperando? -ella asintió -por qué no me mandaste un mensaje antes? -estaba atónito
-porque mi idea era verte a la salida, no que me hagas entrar -rió entre dientes
-Rochi... -se la quedó mirando
-Nico, a grabar -le avisó un productor
-vení, te muestro el piso y te presento a Lali -la tomó de la mano y la dirigió hacia donde debía ir

La tarde pasó entre risas por parte de Nicolás y Mariana, quienes se tentaban en las escenas, y también reía Rocio, viendo la situación desde afuera.
Al momento de saludar a la morocha, Nicolás dijo algo como “ella es Rochi, la que te conté” y la rubia quedó sin habla, no podía creer que él había hablado de ella con sus amigos. Y a todo esto, Lali hizo un comentario que la hizo sonrojar: “Al fin conozco a la tan nombrada”.

Él se ofreció a llevarla a donde sea que necesitaba ir, luego, algo a lo que Rocio aceptó con la cabeza gacha y una vergüenza increíble. Es que lo creía todo irreal, hacía unas semanas nada más, ella soñaba con poder conocerlo, y ahora, estaba sentada en el asiento delantero de su auto, siendo llevada hasta su casa, literalmente un sueño.

-así que le hablaste de mí a Lali? –cuestionó riendo entre dientes
-sí –asintió –pasa que es mi mejor amiga, me conoce mucho, y al ver la sonrisa que tenía estos días, me preguntó, y no le podía mentir –hablaban dentro del automóvil, estacionados en la esquina
-me tengo que ir –señaló la puerta, amagando a bajar
-gracias por ir hoy –y como muy seguido hacía, clavó su mirada en la de ella
-gracias a vos Nico por hacerme entrar -inevitabitablemente miró sus labios
-Rochi... -posó suavemente una de sus manos en el rostro de ella
-mm... -musitó cerrando lentamente sus ojos y esperando lo que sea

Y lo que tenía que ser, fue. Nicolás se acercó un poco mas a ella, y unió sus labios delicadamente. Hacía unos cuantos meses que había cortado con su ex, todo ese tiempo pasó él sin haber vuelto a sentir esas mariposas en la panza, esa felicidad con solo escuchar la voz de ese alguien especial. Definitivamente el rubio se estaba enamorando, y eso le encantaba.
Y para qué mentir? A Rocio también le encantaba. Era la primera vez que sentía algo así. Con 19 años era la primera vez que le gustaba un chico de verdad, porque a pesar de estar rodeada de una sociedad donde todos se apresuran y no reconocen los tiempos valiosos que hay para cada cosa, su madre procuró criarla bien, siendo primordial el respeto por uno mismo.

-te llamo en un ratito, querés? -preguntó él cuando sus labios se despegaron, pero no sus frentes, mientras sus ojos permanecían cerrados y las sonrisas mas amplias y sinceras se dibujaban en sus caras
-sí -asintió -nos vemos -le dio un corto beso y luego bajó del auto

~

-ma, si querés salir con las chicas anda, a mí en un rato me vienen a buscar y me voy -le gritó Rocio a su madre, quien acababa de terminar una llamada telefónica
-quién te pasa a buscar? -Adriana se acercó hacia el sofá, donde su hija estaba sentada viendo la televisión -vos andas con alguien? -la rubia no respondió -cómo se llama? -sabía que si no decía nada, era cierta su suposición
-Nicolás -admitió por lo bajo
-ah -sonrió -por lo menos no se te va a hacer muy difícil nombrarlo, ya lo hacías todo el día con este de Casi Ángeles, ahora uno de la realidad, es un avance -rió y Rocio también -te veo para cenar entonces? -cambió de tema, no había necesidad de ser redundante
-sí, creo -y no hubo más conversación.

Habían pasado seis semanas desde que se conocieron. Salían cada tanto. Cuando él no tenía presentaciones o compromisos aprovechaba para llamarla, y si se podía, iban a cualquier parte, simplemente para verse y pasar un buen momento juntos.

Adriana se fue, y pasados unos treinta minutos, Rocio también. Nicolás pasó a buscarla en su Chevrolet Sonic blanco. No le dijo a dónde irían, pero sí que se pusiera un calzado cómodo, pues a él le gustaba caminar. Qué mejor lugar para hacerlo que los bosques de Palermo bajo el sol primaveral? Allí fueron y disfrutaron de la tarde.

Caminaban tomados de la mano, gesto que a ambos les fascinaba. Iban encantándose con el paisaje a cada paso, el rosedal con todas y cada una de sus flores, los patos y los patitos, la tranquilidad de observar las hojas de los árboles moviéndose por causa del viento. Rocio no dejaba de sacar fotos, y de vez en cuando le tomaba alguna a él desprevenido, era tan lindo que no se podía resistir.

-quiero una foto con vos -giró y vio como rápidamente bajaba la cámara -qué tan mal salí? -preguntó riendo
-imposible que salgas mal -fue un comentario que le hizo recordar a cuando hablaba de él como una fan, ya que siempre decía eso
-después quiero sacarte yo fotos a vos, así me las quedo y te veo sonreír a la noche -ella bajó la vista avergonzada
-nos sentamos ahí? -.
-qué cara ponemos? -sabía que la acotación anterior la había incomodado un poco, así que prefirió no seguir con aquello
-primero una sonriendo -él tomó la cámara
-ahora una con caras graciosas -flash
-inflando los cachetes -otra foto
-tirando beso -rió al decirlo y luego de sacar la foto, giró su rostro para dale un beso a ella

Luego de las tantas fotos que se tomaron allí sentados, siguieron caminando y admirando lo que los rodeaba. Mas tarde se acostaron sobre el pasto, a darle forma a las nubes, algo tonto, pero no podían parar de reír. Ella por lo que él decía, y él porque la risa de ella lo cautivaba.

En un momento, una fan lo reconoció, y tímida se le acercó. Rocio no sabía qué hacer en ese momento, porque quizás Nicolás quería mantener todo en secreto, pero si hubiese sido así, no hubiesen ido a un parque extremadamente público. Al final, la rubia sacó la foto, y la chica, después de agradecer, les dijo que hacían linda pareja.
Al llegar a la puerta de la casa de Rocio, ocurrió lo mismo que hacía unas semanas, se besaron unos cuantos largos minutos y luego se despidieron tiernamente.

"Ya te extraño, es normal?" -ese mensaje le llegó a ella pasados 10 minutos

"Yo no sé si en todas las parejas es normal, porque antes nunca tuve, pero creo que en nosotros sí, porque yo también ya te extraño" -respondió con total sinceridad

La noche pasó entre mensajes tiernos y charlas con sus parientes. Rocio con Adriana, y Nicolás con Jazmín, su hermana, dos mujeres que opinaban que se los veía mucho mejor ahora, y aunque ninguno de los involucrados se explayó con detalles, ambos afirmaron estar felices y esperanzados por una linda oportunidad que les daba la vida.

~

Nicolás no dejaba de mandarle mensajes, de llamarla, de hablarle por WhatsApp, MD o MP, pero nada. No recibía ninguna respuesta por parte de Rocio, y eso le estaba preocupando demasiado. Qué había sucedido en dieciocho horas en las que no se habían comunicado? Pues él apenas regresó a su casa de ese lunes de trabajo, quiso hablarle para ver cómo andaba. La sorpresa se la llevó cuando notó que ella vio su mensaje en facebook, gracias al "visto", y no le respondió.
Intentó ponerse a pensar tranquilo, respirando pausado. Si acaso él habría hecho algo mal, tuvo que haber sido en el día de ayer, y ni siquiera, porque si hubiese sucedido, no habrían hablado durante largas horas de la noche por medio de mensajes bastante tiernos. En definitiva, Nicolás no entendía nada, y en ese punto, se decidió a hacer algo que no pensó que llegaría a hacer.
Las redes sociales eran un medio comunicativo que sabía que Rocio no ignoraba, entonces iba a twittearle en su inicio, no por mensaje directo ni nada. Pero cuando puso su nombre de usuario en el buscador, en vez de en el URL, se llevó otra no grata sorpresa.
Rocio la noche anterior publicó que había tenido una hermosa tarde junto a alguien especial, nunca dando nombres, claro. Alguien que andaba por Palermo, les había sacado una foto y también la publicó, cosa que desató que las fans se hayan informado y comenzaran a atacar a la rubia de una forma demasiado agresiva, mostrando que no la conocían para nada.

"Nicolás Riera @nico_riera
@Rochi_ig ya sé lo que pasó, necesito hablarte. Por favor"

"Mensajes Directos
Rocio Igarzábal @rochi_ig
No."

"Nicolás Riera @nico_riera
Voy a hablar en general, pero no es para todos.

Nicolás Riera @nico_riera
Creo que a todos nos enseñaron que lo principal es el respeto. Hay que aplicarlo.

Nicolás Riera @nico_riera
Loa prejuicios son tontos y no sirven para nada.

Nicolás Riera @nico_riera
Nunca hay que hablar sin saber.

Nicolás Riera @nico_riera
Por favor y muchas gracias."

Se acostó en su cama, y a pesar de que sabía que no lo iba a lograr, intentó dormir. Muchos recuerdos se le vinieron a la cabeza al cerrar los ojos, pero uno en particular lo invadió.
Había ocurrido hacía dos semanas. Era la primera vez que Rocio iba al departamento de él de noche. Ella le había dicho a su madre que se quedaba en lo de una amiga, pues no quería dar explicaciones específicas.

Flash Back

Se besaban de una forma tierna, sentados en el sofá, ella sobre las piernas de él, rodeando su cuello con los brazos. Sus lenguas se daban permiso mutuo a jugar de la forma mas placentera que existía. Rocio se sentía tan bien, le era imposible explicar todo lo que pasaba por su mente y su corazón. Quien era su ídolo le demostraba que lo que decían, que era una gran persona y sin prejuicios, era verdad. No es que no creyera eso, pero una cuando está dentro del "mundo del fanatismo" no se imagina cosas que pueden llegar a ser realidad, pues esos seres a los que se admira, también son humanos que se equivocan.

Nicolás introdujo lentamente su mano por debajo de la remera de ella, acción que la puso muy incómoda, y él lo notó. Se distanciaron unos centímetros y el rubio la miró fijamente y en puro silencio. 

-perdón Nico -bajó la vista avergonzada
-perdón por qué? -suavemente le alzó la cabeza con su dedo pulgar
-es que... no me siento preparada -le evitaba la mirada
-está bien -le sonrió, y ella se tranquilizó apenas
-gracias por entender -se colocó sentada a su lado, abrazándolo y con su cabeza apoyada en el pecho de él -enserio quiero pasar esta noche con vos, pero solo dormir abrazados, nada mas -fijó unos segundos sus ojos en él, mostró su sonrisa, le dio un corto beso, y se acomodó, para no decir nada mas por un largo rato, simplemente se escuchaban sus respiraciones y sus latidos, acompañándose el uno al otro

Fin FlashBack 

~

Ese martes no trabajaba, y por eso mismo, lo iba a aprovechar para arreglar ese gran malentendido. En realidad Nicolás no sabía si llamarlo así, o de qué forma llamarlo. Cómo se le dice a una situación que por insultos estúpidos separa a dos personas. O quizás eso era lo que él pensaba, y Rocio buscaba cualquier escusa para alejarse, aunque ello sonaba casi disparatado, de ser así, el domingo no hubiesen compartido tan lindo día, ella no le habría sacado fotos a escondidas, ni tampoco hubiese sonreído todo el día, porque sí, existen las sonrisas falsas, pero cuando ella sonreía de esa manera, se le formaba una pequeña arruga en la frente, y esa arruga no estuvo presente en la tarde. Rocio estuvo feliz, no había forma de negarlo.

-Rochi bajá rápido -dijo Adriana al abrir la puerta
-qué pasa mamá? -en pijamas, despeinada y sin maquillar, así se la veía
-este chico, Nicolás, el de Casi Ángeles está en la puerta -la mujer no salía de su asombro
-qué haces acá Nico? -la voz casi se le quebró
-necesito que hablemos -su mirada estaba triste
-adelante, ahora le sirvo un poco de café -a la madre de la rubia se la notaba más nerviosa que a su hija misma
-gracias -la puerta se cerró tras él, y la mujer desapareció hacia la cocina -perdón si te parece desubicado que haya venido así -se disculpó ante la cara de la ojimiel
-no me lo esperaba -.
-acá tienen -Adriana les alcanzó un pequeño desayuno para ambos, en una bandeja
-ma, nos vamos a mi pieza, vos anda a comprar tranquila -le sonrió de costado y los dos subieron por la escalera

Al llegar a la habitación, Rocio dejó la bandeja sobre el escritorio y se sentó en su cama, haciéndole una seña a Nicolás para que se sentara a su lado.
Realmente nunca se hubiera esperado que él haya ido hasta su casa para hablar, entendía que era la única forma que había encontrado para charlar, ya que ella no respondía por ningún medio, pero no creyó ser "tan importante", ese era el mensaje que recibía de la actitud del ojiverde.

-no sé si leíste lo que twitteé anoche pero... -lo interrumpió
-leí todo -le informó
-me entendiste? -la miró intentando que ella haga lo mismo
-creo que sí -pero no, ella no lo miraba
-me importas mucho Ro -se le acercó apenas
-a mí no me gustaría que fuese así. Sé que no tiene que ver con vos pero... -una lágrima se le cayó al recordar todo lo que tuvo que leer anteayer en sus menciones del twitter -me aterra que se invente algo horrible, que lo creas, que te alejes, o peor, que involucren a mi mamá, que me hagan quedar mal frente a muchísima gente, y no es que sea perfecta, pero viví por mucho tiempo del lado fanático, y leí muchas cosas que se dijeron sobre supuestas novias de Peter, y no es nada lindo -le estaba confesando todo
-pero eso no va a pasar -le tomó la mano -yo confío en vos antes que en cualquiera que es ajeno a todo. Y entiendo tu temor, porque yo soy el que elegí esta profesión, con sus pros y sus contras, no vos, vos no tendrías que pasar por esto -ahora sí se veían intensamente -No te puedo asegurar que no va a volver a pasar, pero lo que sí te afirmo, es que voy a estar con vos siempre, sin importar nada -.

Rocio sonrió. Nicolás sonrió. Y esas dos sonrisas al instante se transformaron en un dulce beso que volvía a mostrar que estaban juntos, con miedos, problemas que no completamente los incumbían y con sus alegrías al estar juntos.

-mientras desayunamos, vemos las fotos del domingo? -le propuso la rubia mientras él le besaba el cuello, tierno
-sí -asintió, y luego se hizo aquello que se dijo -esta me gusta mucho -indicó una foto que él le había sacado a ella, muy simple, pero verdaderamente hermosa

De: Adri
Nicolás se queda a almorzar? Qué le gusta? No puedo cocinar algo que no le agrade

-mi mamá me mandó un mensaje -rió -pregunta si que quedas al medio día y qué te gustaría comer -siguió riendo
-no da decirle que me gusta su hija, no? -le robó un beso
-y, creo que no -las carcajadas provenían de los dos, pero se oían raras porque reían mientras se besaban
-como lo que sea, la buena compañía en lo importante -.

~

"Nicolás Riera @nico_riera
My happiness are you ♥ pic.twitter.com/XV7i8nYl

Nicolás Riera @nico_riera
Y nada en el mundo lo va a cambiar @rochi_ig"