domingo, 27 de noviembre de 2011

El mejor regalo

El mejor regalo

-Qué haces acá? -preguntó el rubio, ahora rapado, cuando la vio parada en la puerta de su casa
-linda forma de recibirme eh! -protestó ella
-bueno Ro, pero pensá que para mí, y para todos, vos estás o estabas, en New York -respondió él intentando que lo entienda
-me vas a dar un abrazo? -le pidió con esa mirada cautivante, seguida de una sonrisa amplia y maravillosa
-te extrañé nena, sabés? -el chico la tenía entre sus brazos y no quería soltarla. Rocío, para él, era como una hermanita pequeña; se conocían desde chiquitos, y por eso mismo, Nicolas siempre la protegió de sobre manera. Se tenían un cariño incondicional y muy especial -querés pasar? están todos acá -abrió mas aún la puerta, invitándola a entrar
-por esto mismo vine, ex rulitos -le acarició la cabeza, esta vez sin pelo en el cual enredarse
-ah, yo pensé que me venías a ver a mi, pero quedamos así -se "hizo el ofendido"
-ay, no me entiendas mal. Obviamente yo iba a venir a saludarte, pero cuando me dijeron que estaban todos acá, decidí ni siquiera cambiarme, dejar todo en el hotel y estar directo, entendés? -jugueteaba con las manos de él
-esta bien, te creo -sonrió

Una vez dentro Nicolas la hizo pasar hasta la sala, donde literalmente estaban todos los que integraban el grupo de amigos. Lali, Peter, Euge, Cande, Agus, Vico, Mery, Gas, Benja. También había algún o alguna pareja mas: Olivia (novia reciente de Nicolas) y Nacho (el chico con el que salía Euge). Y Pablo. El morocho de pelo siempre despeinado, pero arreglado, estaba entre los presentes, parado, apoyado sobre una pared, riendo a la par de los demás.
Rocío comenzó a saludar a todos, que la recibían con la mejor de las sonrisas y mucho entusiasmo. Había estado seis meses fuera del país, debido a un trabajo, pero ahora volvía para quedarse.

-lo mejor para lo último -susurró. Eso era mas bien un pensamiento.

Acercándose a él, lo tomó decididamente del rostro y lo besó. Así, de improvisto y ante la mirada sorprendida de los demás, Rocío besaba a Pablo, con toda la pasión acumulada durante ese tiempo que ella no estuvo. Y como era de esperarse, él respondió de la mejor manera. Pasó sus manos por alrededor de la cintura de ella e intensificó mas aún el beso.

-Feliz cumple Pabli -se separaron apenas, ella sonrió y luego fue tomada por Nicolas, del brazo y se fueron juntos hacia la habitación de él.
-perdón? -la morocha aquella, que estaba en la cocina, ya había vuelto al living y presenció toda esa escena
-Maca, eh... -Pablo se rascó la cabeza nervioso -yo te puedo explicar -se acercó un poco

En la habitación de Nicolas, se encontraban este mismo sentado en el suelo y la rubia acostada en la cama, pero viéndolo fijamente a él. El rapado sabía todo lo que sentía su amiga por ese chico, pero antes de que se produzca un encuentro entre dos personas que amaban al mismo hombre, decidió intervenir y llevarse de allí a su mas allegada.

-vos me estas queriendo decir que Pablo se olvidó tan rápido de mí? -la situación la había puesto histérica
-fueron seis meses Rochi -se encogió de hombros
-pero... -sus ojos se pusieron cristalinos
-no llores mi vida -se acercó a ella y le acarició la mejilla -me mata verte así -la abrazó
-es que... yo lo sigo amando, y esperaba que él también a mí -bajó la vista
-permiso -dijo Pablo apareciendo por la puerta -interrumpo? -se rascó la cabeza
-no, para nada -Nicolas se levantó de su asiento -yo los dejo solos para que hablen -le guiñó un ojo a la rubia y se fue
-pero yo venía a avisarte que... me iba -soltó al aire
-creo que deberíamos hablar -ella seguía sentada en la cama
-si, puede ser -se apoyó contra la puerta
-vení, sentate -le hizo seña con la mano y él negó con la cabeza -mirá que no muerdo -rió entre dientes muy bajito
-pero si besas -habló por lo bajo él también
-perdón si te ocasioné problemas con esa flaca -revoleó la mirada
-esta bien. Igual por suerte le expliqué todo y entendió -se ubicó en un extremo de la cama
-qué le dijiste? -lo miró fijo por segunda vez en todo el día
-que vos eras mi ex-novia, que hace seis meses no nos veíamos, y que no hablamos antes de tu llegada ni del beso. En simples palabras que vos volviste, confundida de la situación, pero que yo estoy con ella porque la quiero mucho enserio -no se atrevió a decir todo esto mirándola a los ojos, le era imposible
-no la amas? -ahora sí él la miró
-es que... salimos hace cuatro meses nada más -volvió a rascarse la cabeza, mostrando algo de incomodidad y nerviosismo
-nosotros sí nos amamos enseguida -una mínima sonrisa se formó en el rostro de la rubia
-me tengo que ir, Maca me debe estar esperando -se levantó y ella hizo lo mismo
-nos vemos otro día -ambos amagaron a saludarse, pero giraron sus cabezas hacia el mismo lado, dejando sus labios muy cerca -Ro... no -ella comenzó a rozar sus labios
-un beso de despedida -lentamente cerró sus ojos y unió finalmente sus bocas, dando paso a la pasión y desesperación

Pasaron segundos, minutos y no sabían si horas. Ellos estaban en su mundo aparte, saboreando el beso que a cada momento se intensificaba aún mas, si eso era posible. Rocio jugaba con el pelo de Pablo, entrelazando sus manos en la nuca, divertida y feliz; mientras que él disfrutaba tenerla entre sus brazos, acariciándole la espalda por dentro de su remera, con suma delicadeza, pero con mucho desenfreno.

-Pablo, te llama Macarena -los interrumpió una petiza, que no levantó la vista hasta unos momentos después de su propio comentario, encontrándolos en aquella situación comprometedora
-eh... si, yo me voy -miró a Rocio, dejó un beso en la comisura de sus labios y se fue
-de qué me perdi? -Lali levantó una ceja, esperando que la rubia dijera algo
-ay! -se tomó la cara con las manos -estoy feliz amiga! -se tiró en la cama, boca arriba, con una sonrisa imborrable en el rostro

~

Ya eran las ocho de la noche. En la casa de Nicolas sólo quedaban Rocio, Lali, Peter y el dueño de la misma.

-permiso chicas -entró a la habitacion el ex-rubio
-Nico, necesitas algo? -Rocio estaba charlando animadamente con su amiga
-esperá! -Nicolas las miró -vos -señaló a la rubia -no estabas mal? -su cara demostraba confusión -y vos -indicó a Lali -no la estabas consolando? -esperaba respuestas, porque las imágenes no las entendía
-quién te dijo eso a vos? -la morocha se levantó del suelo
-es lo que supusimos todos, porque cuando yo dejé a Rochi acá, estaba a punto de llorar, y después Pablo se fue rápido, casi sin saludar a nadie -su vista no se corría de ellas
-bueno, se equivocaron -Rocio negó con la cabeza
-entonces, qué estaban haciendo? -cuestionó finalmente el chico
-poniéndonos al día -dijeron al unisono
-ah, claro. Y a mí, que soy tu mejor amigo, me dejas de lado -miró hacia otro lado, haicéndose el ofendido
-no, para! -lo tomó del brazo, deteniéndolo -recién se me ocurrió una idea y se la conté a Lali -Nicolás las miraba -yo pensaba, que si tenías ganas, podría quedarme a dormir acá, como antes y hablar toda la noche y eso, querés? -ella clavó su mirada en la de él, sonriendo de forma compradora, acto que le había enseñado a hacer Peter
-sí, dale -asintió y le dio un dulce beso en el cachete -ah Lali, Peter te está esperando abajo hace banda -le avisó
-ay, pobre mi Pipu. Que malo que sos con él, todo porque sos un celoso y no te gusta que sea mi novio -le dio un golpecito suave en el brazo
-qué decís? si él primero fue mi amigo y nunca te celé -la miró gracioso
-callate Nicolás, no sabés lo que decís -se acercó a Rochi -me alegro por todo. Mañana hablamos -la abrazó -y a vos solo te digo chau así, porque sos malo -le dirigió una mirada no muy buena (en broma) y se fue de la habitación
-está loca! -acotó el rapado
-pero la amo así tal cual es a mi mejor amiga -sonrió y lo abrazó a él

~

En el departamento de Pablo, se encontraban este mismo y Macarena, besándose apasionadamente, y acariciándose por debajo de la ropa. Subían las escaleras, dirigiéndose hacia la habitación. Entraron en esta y cayeron sobre la cama. El morocho besaba el cuello de su novia, y ella disfrutaba; ambos permanecían con los ojos cerrados, sintiendo todo mas intensamente. Nuevamente se besaban los labios, con el fuego que ambos tenían dentro.

-Te amo... Rochi -se le escapó decir a Pablo, pero realmente no se había dado cuenta del nombre que había pronunciado
-Pablo -Macarena intentó separarse
-qué pasa? -la miró unos instante y volvió a besarla, pero ahora en toda la cara
-qué me dijiste recién? -él no notaba el tono cortante con el que ella hablaba
-que te amo -clavó su mirada en los ojos de la chica, con ternura
-te amo, qué? dijiste algo después de eso -ya no unían sus labios, solo se veían
-te amo Maca -le acarició el rostro
-te equivocas -ella se paró -dijiste Rochi -Pablo abrió bien grande los ojos -y no me mires así, porque sé bien que disfrutaste ese beso que te dio la rubia esa y parece que me mentiste al decirme que no te pasaba nada. Y por favor, nunca mas me digas te amo, porque a pesar de esta ser la primera noche en la que me lo decís, y en la que casi hacemos el amor, va a ser la última, porque no te voy a perdonar esto -una lágrima corrió por la mejilla de ella -pensé que lo nuestro iba a llegar lejos, pero veo que no -acomodó su ropa y salió de allí. Pablo la siguió
-Maca esperá -alcanzó a tomarle suavemente del brazo -perdoname, fue una confusión
-si, una confusión fue creer lo que me dijiste a la tarde -negó decepcionada y se fue

~

La mañana siguiente Nicolas se encontraba en la cocina de su casa, preparando café y colocando medialunas en una bandeja, mientras Rocio aún dormía, cuando sonó el timbre. El rapado miró el reloj, y notó raro que a las nueve de la mañana alguien vaya a su casa.

-hola Nico, puedo pasar? -preguntó el morocho, con la cabeza gacha
-Pablo! pasó algo? -cuestionó una vez dentro
-corté con Maca -ahora estaban sentados en la cocina, alrededor de la mesa
-enserio? pero no era que ayer... -no continuó hablando, pero se sobreentendía lo que quizo decir
-si, pero... -hizo una pausa. Rocío se habia levantado con intenciones de ir a desayunar con su amigo, pero al ver a Pablo, prefirió quedarse tras la puerta, escuchando -le dije "Rochi" sin querer -negó con su cabeza, mirando al suelo
-ah, pero entonces, te cortó ella o vos la cortaste? -Nico le palmeó el hombro
-ella a mi, aunque en realidad es algo que tuviera que haber hecho yo, porque ayer, cuando me besé en el cuarto con la rubia -el rapado no cambió su expresión, y eso le llamó la atención al ojiverde -supe que la sigo amando, y anoche quise convencerme que no, pero cuando Maca se fue me puse a pensar... -tomó aire y lo miró fijo -y definitivamente todavía Rocio está presente en mí -corrió su vista -paso al baño, si? -se levantó de donde estaba y se fue de aquella habitación

Al salir de allí, para dirigirse a otro sector de la casa, se encontró con la rubia, que lo miraba con sentimientos encontrados. Se notaba en su sonrisa que estaba feliz, pero sus ojos mostraban algo de pena. Y así era, estaba alegre porque, después de todo, Pablo la seguía queriendo a ella; pero le entristecía saber que él estaba angustiado por la ruptura con su novia.

-hola -sonrió de costado -no sabía que estabas acá -se rascó la cabeza
-es que... me quedé a dormir anoche -bajó su vista algo incómoda. Ella no quería que él la viera y supiese que los estaba escuchando
-cómo andas? -le preguntó él amablemente
-es verdad que no estás mas con la flaca esa? -la curiosidad pudo mas que la incomodidad. Pablo rió entre dientes
-se confirma que estabas escuchando -Rocio lo miró de reojo, avergonzada
-perdón, no quería escuchar, pero estaban ahí, y... fue mas fuerte que yo -rió por lo bajo
-vení -tomó su mano y juntos se sentaron en sofá del living -si, no estoy más con Macarena -a la rubia se le iluminó la cara
-terminaron mal? -sin darse cuenta, habían entrelazado sus manos
-si -confirmó
-fue por mi culpa? -cada vez estaban mas pegados
-no, fue mía, no me di cuenta antes de lo que me pasaba y me confundí con ella -negó
-ay, me siento culpable -hizo una cara de disgusto
-no rubia, no te sientas así que nada que ver -le acarició la mejilla con mucha delicadeza -sabes una cosa? -le levantó la cara poniendo un dedo suyo en la barbilla de ella
-qué? -preguntó mirándolo fijo a los ojos
-tus besos fueron el mejor regalo de cumpleaños -acercó unos centímetros mas sus rostros
-pero te hice pelear con tu novia -su voz sonaba algo triste
-no, me hiciste dar cuenta que aún te amo -sonrió ampliamente
-si? -él asintió -yo también te amo, nunca dejé de hacerlo -y finalmente la distancia que los separaba dejó de existir

Volvían a besarse. Esta vez con mas ternura de la del día anterior, pero demostrando exactamente el mismo amor que había quedado intacto desde siempre. Y a pesar de que ambos sufrieron mucho cuando se distanciaron, sus corazones estaban juntos, latiendo a la par y sintiendo lo mismo. El último noviazgo de Pablo, recientemente terminado, en realidad había sido una máscara, para intentar mostrar a los demás que él era fuerte y podría sobrellevar bien la situación de la separación con la rubia, pero eso era mentira. Pablo amaba a Rocio. Rocio amaba a Pablo. Eso nunca iba a cambiar, y se notaba.