lunes, 30 de mayo de 2011

Solo amigos

Solo amigos

-necesito tanto hablar con vos -afirmó ella un poco triste
-pasó algo rubiecita? -él ya se estaba preocupando
-estoy mal -confirmó
-por qué? -y a todo esto, estaban en la habitación de él, sentados en la cama
-Pedro me dejó -bajo la vista
-qué? -se sorprendió -por qué? -indagó
-no se bien. Me dijo que necesitaba un tiempo, que queria aprovechar su adolescencia para salir con migos, que estar de novio era una atadura, que me queria y que sabia que si seguiamos juntos me iba a lastimar -enumero una a una todas las cosas que le dijo aquel chico
-y vos le crees? -ella levanto la vista
-no se -seguia con esa mirada apagada tan diferente a la resplandeciente y llena de alegria de todos los dias
-perdoname que te diga, pero para mi todo eso es puro cuento, mucha frula. Excusas. Algo esconde -sus pensamientos eran aquellos
-sale con Paula -acoto
-eh? -cuestiono, ya que lo dijo con demasiada naturalidad
-hace unas semanas los vi juntos, muy juntos. Le pregunte que onda y me dijo cualquier chamuyo -comento
-y seguiste con él como si nada? -este chico no entendia nada
-es que yo lo amo -se confeso
-pero rubia, si hace todo eso, Pedro no merece que alguien tan asi como vos lo ame -ahora hablaba con un poco mas de dulzura
-asi como? si yo soy igual a todas -enarco una ceja
-igual a todas? Nada que ver. Vos sos especial. Con tu risa logras que todos estemos bien, tus ojos lindos hacen que nada parezca oscuro, lo tierna que sos calma a todos hasta en el peor momento, y tu sonrisa... es unica e incomparable, no tiene descripcion todo lo que tenes y causas en la gente -y aquello dicho expresaba algo mas de lo que literalmente decia
-bueno, decicelo a Pedro, porque la verdad, él no piensa asi -le dejo en claro
-pero que importa Pedro? hay chicos mucho mas merecedores de vos, o no si tan asi, pero que seguro te pueden ofrecer mejores cosas, te lo aseguro, y quizas, mas cerca de lo que te imagines -asintio
-vos decis? -una media sonrisa asomo en su rostro y él volvio a asentir -yo vi como Nicolas me mira siempre, pero no se -ingenua
-Nicolas? ese es un mujeriego. Mientras te mira a vos, le manda mensajes a Eugenia -un poco de realidad
-entonses quien esta cerca y me cree tan especial como decis vos? -y mientras decia estas palabras, fue alentando su voz, pensando y razonando la situacion -Pablo, vos... ? -silencio
-si Ro, yo pienso eso y muchas mas maravillas sobre vos... -lentamente fue acercandosele
-no puede ser -nego con la cabeza, pero sin alejarse
-si que puede -comenzo a rozar sus labios con una sonrisa inigualable
-no, no -y en ese instante, todo el clima recientemente formado se arruino

Rocio salio corriendo del lugar, sin darle tiempo a Pablo de reaccionar. Ella llorando, él completamente atonito. Rocio creia que era mentira, que su amistad se habia basado en una simple calentura de él, que siempre tiro abajo a sus chicos porque queria estar con ella, que era un mentiroso y chamuyero. Su mundo a salvo se habia desmoronado, y todo por un mal entendido.

Él, en cambio, se sentia pésimo, pero no por creer que algo habia cambiado, sino por saber que habia arruinado todo. Creyo que era el momento indicado para decir la verdad. siempre quizo qe ella fuera feliz, y si estaba con alguien, intentaba hacerse la idea de que ese era lo mejor para ella, pero indudablemente las elecciones de la rubia nunca eran las mejores, y era él quien debia consolarla. Odiaba escuchar como se despreciaba a si misma, o como hacian que se deprima los otros chicos. Necesitaba verla bien, se lanzo a la pileta, y desgraciadamente, esta misma estaba vacia.

aun entre lagrimas, llego a su casa, y lo mas rapido que pudo se fue a su habitacion. Cabeza boca abajo, para que no la escuchen. Un llanto incontrolable se apodero de ella. No tenia amigas mujeres, en el curso no la qerian, y precisamente era porque se la pasaba con el morocho de ojos verdes, su mejor amigo, quien la contenia y le hacia bien. Pero ahora, en estos momentos, necesitaba de otra persona, y realmente no la tenia. Se puso a pensar en todo, en esos años hermosos vividos y no podia creerlo, quizas se estaba equivocando, o el equivocado fue él.
Todo esto se vio interrumpido por el ruido del celular. Habian pasado unos cuarenta y cinco minutos aproximadamente.

-hola? -contesto secandose la cara
-Rubiecita... -pronuncio con timidez
-que qeres? -no sabia como reaccionar, sus sentimientos estaban mezclados, y enojada fue lo primero que le salio
-verte, explicarte, hablarte de lo de recien -ya decia con mas seguridad y desesperacion
-pero yo no quiero nada de eso -sentencio y corto. Otra vez el mal estar se le hizo presente

Y sin otro remedio, y con una idea "genial" en mente, Pablo se cambio, se saco el uniforme, ya que aun estaba con él, debido a que ellos habian ido a su casa directamente desde el instituto. Se puso mas presentable, se perfumo, se vio varias veces en el espejo y decidido salio hacia donde debia.

Exactamente no tenia ni idea de que le iba a decir a Rocio cuando llegase a su casa, pero tenia que animarse a jugarsela por ella, a demostrarle que no era todo tan malo como parecia. La conocia y daba por sentado toda la mal-interpretacion que ella habia dado a lo que él hizo. Realmente no habia sido la mejor actitud, el mejor comportamiento, pero fue lo que en ese momento le salio, y desdichadamente fue todo mal.

-hola, buenas tardes, se encuentra Rocio? -pregunto educado a la madre de ella, quien le abrio la puerta de su casa
-Pablito, cuantas veces te dije que me podes tratar de otra manera? hace ya vario tiempo que nos conocemos -comento la señora con su mejor sonrisa
-disculpeme Adriana -sonrio tambien -ella esta?-volvio a cuestionar
-si, pero dijo que no quiere ver a nadie -le informo
-bueno, entonses digale... -levanto su tono de voz con intensiones de que ella lo escuchde desde donde estaba -que realmente la amo, que lo que sucedio no fue algo del momento, que es mucho para mi, y que a pesar de que por mucho tiempo fuimos solo amigos, yo la aprecio tanto, que odiaria saber que por mi culpa esta mal. Si es necesario que desaparezca del pais para que la sonrisa le vuelva al rostro, lo hago, pero quiero saber que me perdona, y simplemente eso, que yo ya no quiero ser solo amigo de ella -y una vez que termino, se marcho sin mas

Habia cumplido con lo que se propuso. Dijo, de una forma u otra, lo que sentia, y aunque especificamente no fue en cara de Rocio, sabia que lo habia escuchado, porque muchas veces antes, algo similar a eso habia sucedido, pero con otra gente, y la rubia le contaba a él que siempre escuchaba desde su habitacion las conversaciones de la puerta.

Caminaba sin rumbo determinado, no tenia ganas de volver a su casa, queria despejarse o intentarlo siquiera. Y una vez que su mente se adentro en pensamientos tontos, hubo algo que lo interrumpio

-de verdad me qeres? -se escucho a su espalda y rapidamente volteo. La rubiecita, su amiga, ella, Rocio estaba ahi
-mas que a mi vida -asintio
-me vas a cuidar? -pregunto insegura
-mucho -afirmo
-no te conformas con ser solo amigos? -cuestiono con miedos
-aunque quiera, ya no -nego y comenzo a caminar nuevamente

Corrida, vista sorprendida, contacto y flash. Todo en un instante rapidisimo. Se estaban besando como en las peliculas, pero era raro, ella siempre habia sentido que eran solo amigos, simples mejores amigos y nada mas, nunca se le habia cruzado por la cabeza salir con él como algo mas de lo que eran. Pero estaba sucediendo. Ya no eran mas solo amigos.


lunes, 23 de mayo de 2011

Un caso secreto

Un caso secreto

-permiso -pidio, y entro a la oficina con dos cafes
-gracias Eugenia -le sonrio seductoramente
-yo me tengo que ir -se levanto de su asiento -nos vemos despues -sonrio picaro y se marcho
-ya sabe? -pregunto ella mirandolo fijamente a él
-lo sospecha -se paro y se acerco
-eso es inconveniente? -ya estaban el uno enfrente del otro
-no, para nada -la miraba deseoso mientras ella le desarraglaba la corbata
-entonses los demas siguen creyendo que yo paso mucho tiempo con vos porque quizas me haces socia, pero Pablo es el unico que sabe la verdad? -lo miro de manera tal que sabia lo que le causaba a él
-exactamente - y su mirada no estaba precisamente en los ojos de ella
-por que me miras asi? -cuestiono con un tono provocador
-porque tengo muchas ganas de besarte -la distancia que los separaban eran apenas unos centimetros
-y que o quien te priva de hacerlo? -sonrio y comenzo a rozar sus labios

Ese contacto paso a ser mas profundo. Se besaban de manera tal que desbordaba la pasion. Era un amor secreto el que ellos tenian. Era raro de explicar el cómo surgio, pero fue algo asi como de casualidad. Un tropiezo que hizo que se miraran por primera vez a los ojos. Ambos con ojos collor verde que transmitian ganas de enamorarse. Eso los llevo a que un "iman" interno de cada uno, uniera sus labios. Completamente ilogico, pero luego de ese primer beso no puedieron frenar sus impulso cada vez que se veian y estabn solos. Dos jovenes de veintitres años. Él, el hijo del dueño de la empresa de publicidad mas reconocida de Buenos Aires, ella su secretaria.
Entre una cosa y otra, comenzaron a salir sin qe nadie se enterara, todos creerian que habia acomodo y empezarian a divulgar cosas erroneas. Menos que menos se entero el padre del chico. Nunca aceptaria un romance entre su hijo y una empleaducha de la empresa.
Muchas de las citas que tuvieron terminaron en la casa de ella, nunca pasaba nada, hasta que paso. Sucedio lo que querian que suceda y fueron felices. Se demostraron amor y lo disfrutaron. Fueron ellos dos sin un mañana. Mostraron al mundo que estaban enamorados. Pero todo sin que nadie sepa. Un caso secreto de amor pasional.

-Pedro, algun dia esto va a dejar de ser asi como clandestino? -se separo apenas, y aun rozando sus bocas se atrevio a preguntarle
-cuando hablamos de cosas serias soy Pedro? me podes decir Peter como cuando salimos eh? -rio, pero vio que ella no, entonses tambien cambio su cara -tenes razon, te prometo que ya no va a ser asi
-mira que me lo prometiste, yo me voy a acordar -le robo un corto beso
-esta noche te espero en mi departamento, ese que me acompañaste a comprar la semana pasada, a las diez. Ahi te voy a contar como me fue con mi viejo -sonrio y volvieron a hundirse en plena pasion

A Eugenia lo secreto la seducia, pero tambien sabia que ya no era una nena como para andar jugando a "que papa no se entere que me reta". Ella queria algo real, algo firme que trascienda. Y todo eso parecia ser que se iba a cumplir ese mismo dia. Juan Pedro habia prometido contarselo a su padre, un gran y primer paso que debian haber dado al principo, pero se dejaron llevar por la situacion. Habian decidido dejarlo para mas adelante. El momento habia llegado.

~

Pablo era el socio de Peter, y el encargado de buscar mas clientes. Su labor no era complicada, pero tampoco muy sencilla. saber qué decir y a quién decirselo, usar palabras justas en momentos indicados. Un trabajo en el cual debia estar atento, pero su problema era que tenia una gran distraccion. Cuando todos creian que estaba haciendo lo que deberia, se entretenia con una rubia que lo volvia loco. eEla era una empleada de un lugar en el cual la empresa de Pablo ejercia servicios, por asi decirlo. Fue con ella con quien Pablo tuvo que hablar al principo de todo para que contraten sus publicidades. Al hacerlo, ambos notaron entre si cierta quimica loca y magica. Al principio no le dieron importancia, ya que ella estaba de novia y amaba a su pareja. Pero hubo un dia en que Pablo fue a entrgar unas promociones y demas, en el cual la vio con la mirada apagada y triste, y no esa tan radiante que la caracterizaba. Entre cosas y cosas, el morocho le sirvio de consuelo, la hizo despejar un poco con chistes malos, y se besaron. Beso que cambio todo. La rubia, Rocio, habia terminado su relacion. Era una persona con un caracter especial, y al cortarse aquello, creia que el amor no era para ella. Pero al ver a Pablo como mas que algo prohibido, le dio una segunda oportunidad a ese sentimiento tan lindo.
Al terminar dicho contacto, Rocio le aclaro que no podia pasar nada alli. Rapido e inteligente, él la invito a cenar. Asi empezo esa especie de relacion secreta. De esa forma lo era porque si él contaba a su empresa y socio el verdadero motivo por el cual tardaba el doble de tiempo cuando salia a ocuparse de lo suyo, provablemente lo mandarian acompañado. Y a ella tambien se le complicaria, porque ya no la dejarian salir una hora antes de lo debido, ya que supuestamente ella iba a cuidar a su sobrina, que volvia del colegio y estaba sola en su casa. Puras excusas inventadas, solo para estar juntos. No se conformaban con verse los fines de semanas, ellos querian estar mas tiempo juntos.

-esperame afuera -hablo en susurros y él hizo caso -Andres, me acaban de llamar del colegio de mi sobrina, se siente mal y la tengo que ir a buscar, no te jode si me voy? por favor -pidio "preocupada"
-anda Rochi, no hay problema, ya no queda casi nada por hacer -la autorizo su compañero y jefe
-gracias Andi, mañana vengo mas temprano -confirmo

Tomo sus cosas y salio. Camino hasta la esquina y ahi lo vio. Se le colgo y lo beso muy tiernamente. Sus manos estaban alrededor del cuello de él, y jugaban con su pelo medianamente largo. Amaba hacer aquello. Era una accion tonta, pero de todos modos la hacia. Él la volvia loca, la hacia hacer cosas que nunca antes hizo. Ella nunca habia mentido en un trabajo para beneficiencia propia; si lo llegaba a hacer quizas era porque su hermana necesitaba algun favor o algo de eso; pero asi como para salir con su chico, nunca antes. Y lo mejor de todo era que no se arrepentia de nada de lo que estaba haciendo por Pablo.

-como andas linda? -le pregunto él cuando separaron sus labios
-muy bien, vos? -sonrio y su mirada se ilumino. Era totalmente feliz estando de esa forma
-no mejor que vos. Paso algo que estas asi tan alegre? -cuestiono curioso
-nada, es que pense que hoy no nos ibamos a ver, como ayer no acordamos nada -hizo una mueca -pero como estas aca, me mejoraste el dia -le dio un beso, mas corto que el anterior pero con la misma dulzura
-y que excusa les dijiste hoy? -indago entre risas
-que mi sobrina se sentia mal -rio
-bendita sea Sofia, no? -ella asintio -a donde queres ir hoy?
-me acompañas a casa? te quiero mostrar la ropa que me compre ayer -propuso
-tus deseos son ordenes -acepto la propuesta
-no quiero que sea una orden para vos, quiero que quieras acompañarme, sino, no, no hay drama -le dejo en claro
-fue una forma de decir hermosa, me encanta acompañarte y que me muestres tus cosas-le sonrio y justo le llego un mensaje. Lo leyo e hizo una mueca
-paso algo? -pregunto ella un poco preocupada por la cara de él
-Peter, mi socio, me necesita en la empresa ahora -le comento
-no le podes decir que estas ocupado? que es imporante esto? -lo miro muy tierna
-ya lo hice muchas veces, ya no me cree. Sospecha que ando en algo -admitio
-ufa -se cruzo de brazos y suspiro como nena chiquita
-hoy a la noche cenamos juntos -prometio
-esta bien. Me pasas a buscar por casa? -pregunto ella
-si, a las diez esta bien? -sonrio
-muy bien -y no se aguanto mas, volvio a aferrarse a él para besarlo, mucho y con muchas ganas -te amo Pabli -aun tenia sus ojos cerrados
-que dijiste? -cuestiono él muy feliz
-eh... -revoleo sus ojos
-yo tambien princesa -volvio a mostrarle sus dientes alegremente y se uniron nuevamente

~

El timbre sono y él fue a atender. La estaba esperando hace apenas unos diez minutos, ya que ese tiempo era el que habia pasado desde la hora acordada. Tenia todo prepararado, pero en la cocina. En el comedor nada. Habia pensado primero hablar y luego cenar. Ademas tenia una sorpresa mas para ella.

-que linda que estas -la ahalgo apenas la vio

Eugenia vestia un vestido color ciruela, suelto pero fino. Tenia diferentes capas de tela, que lo hacian terminar con un "efecto" de flecos. Muy lindo en verdad, le llegaba hasta por arriba de sus rodillas. El pelo lo tenia medio recogido y con detalles muy delicados.
Él tenia puesto un jean oscuro, unos zapatos negros, una camisa color rosa claro, suave, muy sutil, y un saco negro. Ambos muy formales pero comodos a la vez.

Ya estaban sentados en el living, muy acaramelados, pero sin perder su toque pasional que los caracterizaba a ellos y a su relacion secreta.
En un momento determinado, Pedro se puso un poco mas serio, cambiando asi la situacion. Ella seguia con sus piernas entrelazadas con las de él y jugando con su pelo, perdidamente embobada.

-Euge... -hizo que le preste atencion
-que pasa Pitt? -seguia en lo suyo, pero lo escuchaba atentamente
-me mirarias por favor? -le pido dulcemente
-perdon, decime -fijo su vista en la de él
-bueno... -tomo delicadamente sus manos -antes de que vinieras, mi papa estuvo aca -asintio y ella se sorprendio un poco -le conte todo -afirmo e hizo una pausa
-y que paso? -interrogo con mucha curiosidad
-quizo saber si iba enserio esto. Yo le dije que si, pero tengo que confirmarlo -la miro expectante
-Pedro, esta es la relacion mas seria que tuve en mi vida, vos sabes todo lo que siento por vos, te lo demostre todas las noches que pasamos juntos, todos los ratitos que nos besamos a escondidas. Sos el gran amor de mi vida. Nunca antes hable mas enserio -abrio su corazon ante él, como jamas habia hecho
-entonses veo que la desicion que tome y le comunique a mi viejo estuvo muy bien -sonrio y ella se qedo sin entender. Él noto aquello -queres convertirte verdaderamente en socia de la empresa? trabajas ahi desde siempre y sabes todo. Alguien mas capacitado es imposible encontrar -ella tomo el rostro de él entre sus manos y lo beso con tal amor que llego a desbordar la sala

La situacion iba a pasar a mayores, pero en el momento menos oportuno, el timbre volvio a sonar. Se separaron apenas y se miraron a los ojos.

-esperas a alguien mas? -pregunto ella, algo fastidiada
-es parte del dar a conocer nuestro amor -sonrio y se levanto, ella no comprencio nada

En la puerta se encontraba Pablo con Rocio. Él le habia dicho que la llevaria a conocer a su mejor amigo, y a comunicarle toda la verdad de las cosas. Ella feliz, confirmo que ese buen presentimiento que tenia y que la llevo a ponerse su mejor ropa, porque sabia que algo imporante iba a suceder, era cierto.

-hermano -lo saludo al abrirle
-como andas? -pregunto y se abrazaron
-bien -giro un poco su vista -veo que venis acompañado -observo a Rocio
-vos me dijiste que me tenias que contar algo y mostrar a alguien, decidi hacer lo mismo -sonrio

Luego de decir esto, los hizo pasar hasta el living. Alli se encontraron con la otra rubia, que esperaba impaciente a su novio. Al ver a Rocio se sorprendio, pues ella era su amiga, y no sabia que conocia a esas dos otras personas.

-cenamos? -ofercio Peter, mientras los demas (exceptuando a Pablo), seguian sin entender nada

Se sentaron a la mesa. Nadie decia nada. Todos sonrientes y con muchas dudas en sus interiores. Como era que las chicas se hallan saludado tan efusivamente? que hacia Rocio ahi? por que habia dos parejas clandestinas juntas? que estaba sucediendo? Todo eso y mas se iba a aclarar a continuacion, mientras que intentaban dejar la incomodidad de lado, y pensar en lo que estaban haciendo.

-Amor -le susurro bajo a Peter en el oido -queres explicar todo esto por favor? -le pidio amablemente Eugenia
-esta bien -susurro y luego levanto la voz para que todos lo escuche -no entienden nada, lo se. Yo tampoco hay algo que no entiendo, pero paso a explicarles lo que puedo -trago saliva -Pablo, se que lo sospechabas, y te lo confirmo. Eugenia y yo estamos saliendo. Ella es la razon por la  que hace meses niego las salidas con los chicos, por lo cual no tengo tiempo para nada -asintio y Pablo sonrio
-igual, mas obvios no pueden ser ustedes eh! -rio entre dientes su amigo
-tanto se notaba? -pregunto con algo de vergüenza la rubia de pelo mas corto
-si, pero no te preocupes, porque el unico que les presta atencion a ustedes soy yo, los demas viven en cualquiera -afirmo
-ademas, es una nueva socia -dijo sin anestecia
-okey, si vos decis. Nunca me preguntes antes, chabon -Pablo se tomaba todo a chiste
-algo aclarado, ahora, que hace Rochi aca? -cuestiono Eugenia
-se conocen? -ahora dejo su tono gracioso de lado
-Eushi, te acordas que yo te conte que me estaba enamorando de alguien, pero nadie sabia, porque era secreto? -ella asintio -bueno, el chico que me tiene loca, es él, Pablo Martinez -se mordio su labio inferior
-ah, entonses es ella la causa de que tardes siempre que te pido algo? -miro fulminante Pedro a Pablo
-exacto -asintio
-disculpalo, es mi culpa -Rocio era muy inoscente
-estoy jodiendo Ro. Los cuatro estamos en la mimsa, viviendo amores secretos -sonrio

Y alli estaban. Cuatro adultos jovenes, o adolescentes grandes, aclarando y dejando a la vista de todos sus amores clandestinos vividos por vario tiempo. Ambos casos secretos, uno de amor muy pasional, a tal punto de llegar a estar juntos, pero aparentar una simple relacion jefe-secretaria. Solo una persona se habia percatado de eso, y no era nadie mas que otro que tambine vivia a escondidas. Su amor, en cambio, era mas tierno y dulce. Vivido al raz de la inoscensia de ella, pero sabiendo como hacer para no ser descubiertos. De todos modos, ya no seria tan asi. Los secretos se develaron y podian amarse y que los cuatro vientos griten sus nombres sin importar nada. Barreras como padres o socios se habian roto de la mejor manera. Ya nada impedia su disfrute maximo.
Casos secretos no tan asi, tal cual, casos secretos que dieron paso a amores puros y eternos, casos secretos de simplmente amor clandestino y verdadero.

sábado, 21 de mayo de 2011

Necesidad de llamar la atención

Necesidad de llamar la atención

-Esta chica siempre quiere llamar la atención? –le preguntó el chico a su amigo
-si, siempre, pero si la conoces un poco vas a ver que no es tan así como parece –contesto sinceramente
-no gracias, no quiero tener esa suerte de conocerla –rieron juntos
-Victorio, quien es este chico y que hace en mi casa? –la chica de la cual hablaban se acerco a ellos
-disculpe señorita. Es un amigo mío que me esta ayudando acá –le aclaro
-bueno… -silencio unos segundo –por favor Vic, anda a la cocina que te llama mi mama –ni mentira ni verdad, modificación de la verdad
-yo me voy con él, permiso –amago a irse el ojiverde amigo de otro
-no, no, no. Vos te quedas acá –lo tomo del brazo
-perdón? –su cara de sorprendido era inexplicable
-por que es que no me querés conocer bien vos a mi? –ella había escuchado la conversación
-no se de que me habla –miro hacia otro lado
-no soy tonta, lindo. Se que estaban hablando de mi –afirmo
-y cual es el problema de eso? Acaso no es un país libre este? –cuestiono tranquilo
-muy libre. Pero en mi casa, cuando hablan de mí, yo me entero, y quiero saber motivos –sentencio firme
-querés que responda tu primer pregunta? –ofreció
-por favor y muchas gracias –se dispuso a escucharlo
-no me gustaría conocerte porque con solo mirarte me pareces muy caprichosa, necesitada de atención, y malcriada –puros pensamientos suyos, formados hace solo segundos
-ah si? No crees que pueda hacerte cambiar de parecer? –fue acercándose lentamente a él
-no lo creo –negó seguro de si mismo

Ella, una rubia de pelo largo, con unos ojos color miel únicos e incomparables, tomo rápidamente el rostro de él y unió sus labios en un instantáneo acto. Era raro, ella era impulsiva, pero esta vez fue diferente. No solo lo hizo de impulso, sino que cuando vio por primera vez a ese chico, decidió que tenía que cautivarlo, seducirlo. Increíblemente, que le haya dicho todas esas cosas no muy agradables en la cara, no le había caído tan mal, sino que le había dado el pie necesario para hacer lo que quería.
Se besaban y disfrutaban. Muy raro, pero momentáneo. Luego de unos segundos se separaron.

-y ahora que opinas de mi? –pregunto canchereando
-que me hallas besado no quiere decir que no seas todo eso que pienso –le dejo en claro
-y hay algún problema si soy así como crees? –desafiante
-solo que me va a costar sobrellevar las situaciones –lo miro confundido
-que situaciones? –gran pregunta
-las de hoy a la noche –ella levanto una ceja –te cuento que vamos a ir a cenar –sonrió pícaro
-eso es una invitación? –él asintió –y quien dijo que yo aceptaba? –clavo su mirada fija en la de él
-y, por el flor de beso que me acabas de dar, lo soy por sobreentendido –canchero
-estas seguro? –y a todo esto, aun seguían muy juntos
-si querés lo reconfirmo –volvió a sonreír y nuevamente se besaron

Puro juego de histeriqueo. Tenían veintitrés y veintiún años, no era la edad mas adecuada para aquello, pero igual les encantaba. Ella definitivamente era todo eso que él pensaba, pero realmente no importaba demasiado. Estaban probando (se). Les gustaba lo que sucedía, y seguían para adelante.

-que lindo que besas –confeso ella entre sus labios
-vos no te quedas atrás… -recién en ese momento se dio cuenta que no sabia su nombre –disculpame, como te llamas? –rió entre dientes
-pequeño detalle que olvidamos –ella también lo hizo –Rocío, un gusto –estiro su mano
-Pablo, un gusto conocerte –estrecharon
-no era que no querías conocerme? –retomando tema anterior
-yo dije eso? –volvieron a reír se juntaron por tercera vez, hasta que los interrumpieron
-bueno! Vos decías que ella llamaba la atención, pero parece que vos también Pablito. No te diste cuenta que te están mirando todos? Que estas en el medio del living de la casa? –Victorio había vuelto
-Victorio, coméntele a su amigo que mi “necesidad de llamar la atención” y yo lo esperamos a las nueve de la noche –y dicho eso, le sonrió a ambos y se retiro hacia el piso superior de la casa

Llamar la atención no siempre es malo. Hacer eso implica una cierta mirada sobre nosotros, tal cosa que causa que cada acción que uno haga sea vista por el otro y juzgada. En ciertas ocasiones esos juicios no son buenos, pero con el tiempo pueden cambiar. Un amor puede nacer de un pre-juicio, de una equivocación causada gracias a llamar la atención. El amor puede crearse de cualquier lado, pero de estas formas raras, es de una manera especial y única.
Llamar la intención combinado con el amor casi nunca se vio relacionado, pero se sabe que en realidad si esta muy conectado. Una persona que quiere que le presten atención siempre, demuestra que necesita a alguien que la quiera. Y cuando eso ocurre, las cosas cambian. El amor surge de una necesidad de llamar la atención.


Otra simple historia de amor

Otra simple historia de amor

-Hola mi amor –atendió ella la llamada mas que feliz
-como andas? –pregunto él, algo seco
-bien… vos? –ella noto aquello
-bien, igual… -un silencio se produjo
-pasa algo? –su voz empezaba a entristecerse
-necesito verte –claro y conciso
-yo estoy sola en casa, y tengo tiempo libre, querés venir? –no vivía con sus padres, pero con veinticinco años recibía muchas visitas de amigas
-en quince minutos nos vemos –cortó, sin dar tiempo a despedirse, como siempre lo hacían

Ella se cambio la ropa, esta muy de entre-casa. Había terminado de almorzar hace unas horas, muy de domingo posterior a una salida a bailar. Eran las seis de la tarde. Conociendo a su novio, sabia que iba a tardar un poco más, así que se puso a preparar el agua para luego tomar mates, cosa que le encantaba.
Increíblemente el timbre sonó antes de lo que esperaba, incluso antes del tiempo acordado, solo habían pasado diez minutos.
De todos modos, fue a abrir con una hermosa sonrisa en su rostro

-Hola lindo –se colgó de su cuello –como estas? –le robo un beso corto, pero con sabor a nada –que te pasa Pablo? Ayer estaba todo bien y hoy me tratas así? –se le separo rápidamente
-tenemos que hablar –palabras odiadas a la hora de escucharlas, en una relación
-ya se lo que vas a decir. Y bueno, como las cosas son así te pido perdón por todo los errores que cometí, nunca pensé que eran tantos como para llegar a esto, peor si vos querés que sea así, no hay problema. Me va a doler? Mucho, porque yo te amo, pero lo acepto –bajo la vista esperando lo peor
-Ro… vos te querés casar conmigo? –ella levanto la vista completamente sorprendida, atónita
-vos me estas jodiendo? –pregunto directamente
-eso es un no? –hizo una cara graciosa y la rubia se le abalanzo. Se subió arriba de él y de la forma que estaba, con sus piernas enroscadas en la cintura, lo beso, mucho y muy apasionadamente
-te amo, te amo, te amo –repitió miles de veces
-eso es un si? –continuo con el tono gracioso
-nunca mas me vuelvas a hacer esto –le dejo en claro
-y volvemos con un no? –le dio un beso
-obvio que me quiero casar con vos –nuevamente muchos besos, de esos que expresaban amor puro y eterno
-bueno, no te arrepentís no? –Ella negó –mira que te tomo la palabra –asintió
-era necesario hacerme sentir tan mal? –una cuestión curiosa
-fue para ponerle suspenso –rió
-que linda actitud eh –lo miro
-te amo Ro, te lo dije? –ya estaban sentados en una silla, ella en las piernas de él
-no se… -miro para otro lado
-ay ella, se hace la ofendida –bromeo
-me hiciste asustar, pensé que me ibas a dejar, que esto de seis años se iba a terminar –hizo una mueca
-nunca, no te vas a librar de mi tan fácilmente –le sonrió y ella acompaño en acción
-no me quiero separar de vos nunca –unió sus labios lenta y dulcemente
-y porque yo siento lo mismo, es que me quiero comprometer con vos de por vida –aun no separaban sus bocas
-sabes que si me caso con vos es porque lo siento. De chica decía que no me iba a casar nunca, no lo creía posible, el encontrar a alguien que me acompañe siempre me sonaba muy soñado y nada real, pero confirmo cada día más que estaba equivocada –y sus miradas se conectaron en silencio, en el aire flotaban todos sus sentimientos
-Rocío, vos sabes que a mi me vas a tener siempre, en las buenas, malas, cuando estés de mal humor, o con tanta alegría que den ganas de ponerte un bozal, siempre para vos, si? –sonrió enamorado
-acepto convertirme en tu esposa, pero mas acepto estar con vos en todo momento. Si necesitas llorar, yo voy a ser tu hombro de apoyo, si necesitas festejar, yo voy a ser la que compre las pizzas y las cervezas, si necesitas descansar, yo voy a ser la que prepare la cama, y si necesitas ser feliz, yo voy a ser la que haga todo lo posible para que eso suceda. Te amo mi amor –un beso final para dar por terminado el momento romantiquísimo

El amor era algo espectacular que causaba cosas increíbles en las personas. Muchas lo creían estúpido e inútil, pero cuando este mismo invadía sus vidas, las hacia ver que estaban en lo incorrecto. Nadie podía negarse a ese sentimiento maravilloso, nacido de la nada, aparecido por arte de magia. Sensaciones indescriptibles causaba en todos los que caían en sus redes. Cada una de las parejas que lo padecía era especial. Todas diferentes entre si. Rebuscadas e in-entendibles, pero con cariño de todos modo. Y esta de Pablo y Rocío, era otra simple historia de amor que tenía un largo camino por recorrer.

miércoles, 4 de mayo de 2011

Por Qué?

Por que?

-ey, no querés que te acompañe yo mejor? Así dejamos a estos dos solos?
-no, gracias Euge, quiero hablar de una cosa con Lali, sobre Valentina, viste que ella es re amiga de mi hermana, necesito que me ayude en algo –le dio un suave beso en los labios –suponele que en dos horas estoy por acá, el pueblo queda lejos y la camioneta no anda muy bien
-esta bien Nico, si vos decís –se resigno –te espero –le sonrió como pudo e ingreso a la cabaña
-pasa algo? –pregunto el que allí dentro estaba, viendo la cara de la rubia
-no, nada Peter, no te hagas problema –hizo una media sonrisa y se recostó en la cama
-te sentís bien? –se lo notaba algo preocupado
-si, si, todo bien –cerro los ojos, intentando que nada de lo que sabia, se le venga a la mente

Paso un rato largo, Eugenia estaba dormida, y Juan Pedro disperso en sus cosas. Nicolás y Mariana no regresaban aun, y eso era debido a que el medio en el cual habían ido hasta el almacén más cercano, se descompuso en el camino y no sabían como repararlo; pero claro, esto no lo tenían en cuenta el rapado y la rubia, ya que, para desgracia de todos, en ese lugar no hallaban nada de señal telefónica.

Raro. Mientras mucha paz inundaba el pequeño sitio donde estaban, la bella chica hablaba dormida, se preguntaba por qué, por qué justo a ella le ocurría eso, por qué con él y no con su novio, simplemente por qué. Peter estaba atento, no quería despertarla, ya que indudablemente, en su interior se había despertado la curiosidad.

Inesperadamente para él, Eugenia comenzó a inquietarse demasiado. Parecía agitada, como sin aire. Apresurado se acerco al lado e ella y le empezó a hacer suaves caricias para que lograra tranquilizarse, cosa que no ocurría, y por lo tanto decidió despertarla. Delicadamente pronunciaba su nombre, repetidas veces, hasta que abrió, muy lento, sus ojos. Lo miro atenta y le sonrió como pudo.

El vaso de agua del que minutos antes estaba tomando, se lo acerco a ella para que pudiera volver a la “normalidad”, además de respirando con profundidad. Segundos, largos segundos pasaron con absoluto silencio en la habitación, silencio que escondía varias inquietudes, de ambas partes. Ella sabia que era normal en si misma decir cosas inconscientemente, y por eso se preguntaba si Peter había escuchado algo, y si así era, mas precisamente qué había escuchado. Mientras tanto, él quería saber por qué estaba así, qué era lo que había soñado para ponerse de tal manera, y qué era todo eso que dijo anteriormente.

Y esa paz se vio interrumpida cuando ella se atrevió a hablar. La situación ya se estaba volviendo muy incomoda para ambos, y si misma no la soportaba mas. Volvió a respirar hondo, analizo todo y rompió el silencio.

-gracias –mínimo, pero a partir de ahí, esperaba que puedan entablar una conversación no muy comprometedora para ella
-no, de nada –le sonrió muy tierno, cosa que a Eugenia no le favorecía –me querés contar que paso? –delicadeza era una cualidad que lo caracterizaba totalmente a Juan Pedro
-preferiría que no –evadir el tema no se le iba a ser fácil
-pero Euge, me preocupa –se sincero –te acostaste con mala cara, hablaste mientras dormías, te alteraste, es algo preocupante todo eso –le acaricio la mejilla, ella se separo automáticamente
-no me hagas esto –sus ojos estaban ya cristalinos
-que te hago yo? –pregunto él, en el mismo estado
-…- inhalo, exhalo –tuve un mal sueño, tengo un mal presentimiento –no mentía, pero tampoco decía toda la verdad
-ey, rubia, explayate, no me confundas mas de lo que ya estoy –ella se encontraba sentada en la cama, y él delante suyo pero en el piso, teniendo una de sus manos, y la otra en su cara
-siento que algo va a cambiar mi amistad con Lali, y no quiero que sea por eso que estoy pensando –la vista gacha, imposible cambiársela
-que es eso que pensás? –no preguntaba de curioso, sino para entender mejor
-como te explico sin que me entiendas? –pensamiento hablado, error
-explicame para que te entienda bonita –y esa ultima palabra descoloco el mundo de ambos. El de ella, porque si era por si, hacia algo que no debía; el de él porque noto que le gusto e incomodo a la chica
-yo salgo con Nicolás no? –Peter asintió –suponete que no –no logro continuar
-ponele –acoto
-bueno, hay un chico que a Mariana le gusta, pero yo siento cosas por él desde antes, ella no sabia, pero como que este mismo chico me vuelve loca y me da bolilla a mi, entendés? –la historia era algo así
-por ahora si –se sentó a su lado
-bueno, y si yo llego a avanzar, Lali me hace la cruz, entendés? –las primeras lagrimas le caían
-no llores –la abrazó, rodeándola completamente con sus brazos –tranquila –le acariciaba el pelo, para por lo menos, lograr que se calme un poco
-no puedo no llorar, ella esta re enganchada con vos –automáticamente al darse cuenta lo que había dicho se arrojo en la cama, tapándose la cara
-conmigo dijiste? –Juan Pedro estaba atónito
-soy una tonta, soy una tonta –repetía
-Euge, podes mirarme a la cara y decirme lo que acabas de decir por favor? –le pidió amablemente, y ella, con todo el rostro rojo e inundado en llanto, lo miro apenas –por favor –volvió a pedir
-pero es cualquiera –se sentó con la vista baja
-vos estas enganchada conmigo? –el tono que uso no fue precisamente de sorpresa, sino como para confirmar algo
-Peter… -él le tomo la cara con sus manos
-decime bonita, vos si estas enganchada conmigo? –y ese “si” que le agrego al cuestionamiento, efectivamente era para afirmar
-ya lo sabes –lentamente iban acercándose
-yo le dije a Mariana que ella y yo éramos solo amigos, y creo que por eso quiso irse al pueblo con su mejor amigo, con Nico –le levanto la barbilla, para que lo vea directo a los ojos
-y con eso que? –ahora era ella quien lo entendía
-que a mi también me volves loco –a solo unos pocos centímetro se encontraban sus labios
-pero Nico… -sus ojos no estaban específicamente mirando los del otro
-sh… dejate llevar –y habiendo dicho eso, nada mas se dijo

Sus bocas se juntaban, tal y como en los sueños de ambos ocurría, con la diferencia de que ahora era real. Se estaban besando de verdad, con sentimiento, aquel que guardaban desde hacia ya tiempo. Eugenia salía con Nicolás, pero siempre había sentido cosas por Juan Pedro, y cuando, meses mas tarde, se había decidido a dar punto final a su relación con el rubio pelilargo, y encarar la situación, apareció Mariana, quien se enamoro perdidamente del rapado, e inhabilitó la idea de la rubia.

Cuando Peter conoció a Eugenia, algo le atrajo instantáneamente. Quizás su forma de mostrarse con los demás, su desenvoltura en cualquier situación, la manera en que desfilaba al caminar, como bailaba, o quizás fue su rostro angelical, pero pícaro, dulce y tentador, una combinación exquisita. Pero al enterarse que era a novia de un amigo, todas las ilusiones se le apagaron, aunque siempre que podía y ella le daba alguna señal indirecta de aprobación, la halagaba, se tiraban onda mutuamente.

El beso que estaban formando descargaba y mostraba todas esas ganas que tenían acumuladas. Lentamente fueron recostándose sobre la cama. Sabían que nada iba a suceder, no podía. En cualquier momento volverían los otros dos y seria mejor que vieran todo normal.

Se separaron apenas, se miraron y sonrieron. Era increíble e indescriptible esa sensación que tenían dentro. Por fin, luego de mucho tiempo de espera, eran medianamente felices, habían cumplido una asignatura pendiente que tenían los dos. No sabían, ni siquiera pensaban en como iba a continuar todo, es mas, tampoco les importaba totalmente.

-mmm… -fin del beso. Mucho placer –que lindo sos –le dio otro pequeño beso
-vos también –jugaba con su mano y su pelo
-que va a pasar con Nicolás? –unos cuantos minutos de ensueños estaba bien, pero había que volver a la realidad
-vos que querés hacer? –esa era la verdadera cuestión
-al que quiero es a vos –le dejo en claro
-pero? –siempre había un pero
-me da cosa el rubio –se sinceró
-entonces? –gran pregunta

¿Por qué se me ocurrió  quererte?
¿ Por qué tuve que conocerte?
Quisiera ser como la luz y desaparecerme.
¿Por qué el amor es incurable?
¿Por qué el dolor es indomable?
Es imposible olvidarte, no se por qué.

-disfrutamos el momento y después nos fijamos? –propuso la rubia
-como vos quieras –sonrió y la beso, tan efusivamente como antes

Por otra parte, Nicolás y Mariana decidieron quedarse allí, y esperar al día siguiente para ver si arrancaba la camioneta. Por casualidad encontraron un lugar con señal telefónica, entonces aprovecharon para llamar a sus  parejas por teléfono.

-hola! –saludo con entusiasmo la morocha
-Marian? –pregunto desentendida Eugenia
-si, soy yo. Queríamos avisarles que la cosa esta se descompuso y que vamos a tener que dormir acá. Mañana bien temprano estamos por ahí, no se preocupen –en ese momento la petiza escucho una risa por parte de su amiga –pasa algo que te reís?
-no, nada –intentaba aguantarse las carcajadas – es que estaba revisando las fotos de mi celular y todavía tengo las de aquella vez que me lo secuestraste y te sacaste muchísimas fotos en el espejo de mi casa, nada mas –completamente mentira, eso no era verdad. Peter le besaba el cuello y ella inventaba excusas
-enserio? Después las quiero ver, si es que no las borras –Mariana ingenua y confiada –me tengo que ir que se me acaba el crédito, mañana nos vemos –fin de comunicación
-así que soy tan gracioso como unas fotos? –cuestiono riendo el rapado
-no me podes hacer esto. Era Lali! –y seguía con el mismo tono de voz, todo de entre risas
-y que tiene? Se la creyó o no? –ella asintió –entonces?
-me duele hacerle esto a ella, es mi amiga –bajo la vista
-Euge, después lo arreglas. No podes callar al corazón, y vos lo sabes –le tomo la cara del mentón
-y con Nicolás? –lo miro fijo
-y el “disfrutemos el momento, después nos fijamos”? –le hizo recordar
-te quiero mucho, sabes? –sonrió apenas

Acto seguido a aquello, volvieron a besarse. A la rubia realmente lo que le pasaba era que tenía una contradictoria en la cabeza increíble. Por una parte le encantaba Juan Pedro y todo de él, pero después se ponía a pensar en Nicolás y Mariana y se le venia el mundo abajo. Si bien la chica y su amor imposible nunca habían concretado nada, a ella le pasaban cosas con él, Eugenia lo sabía. Y con Nico era todo muy raro, se querían, como novios? No, amigos simplemente confundidos. Quizás al pelilargo le atraía más la ojiverde, pero no pasaba de eso: atracción.
En algún momento de todo esta situación pensaba hablar con ambos y aclarar todo, para no tener mas problemas de los que sabia que iba a conseguir.

“Y ahora ¿Cómo estoy? Soy una especie de amante, o en realidad tengo eso. Salgo con Nicolás, amo a Juan Pedro y Mariana me vive contando que intenta acercarse a él. Estoy de este modo y por que? Porque yo decido vivir mi vida así. Esta mal? Si, muy, pero es la única solución momentánea que encontré. No debería llegar a este punto: esperar a una hora de la noche ilógica para verlo a él, el que me vuela la cabeza, pero es así, un tonto juego de amantes que buscan formas para estar juntos. Tengo que hablar con los dos que están involucrados, pero no me da la cara. Amo a Peter y por que? Porque lo prohibido se vuelve tentador. Me tente, juegue con fuego y me quemé, me sigo quemando y lo haré por mucho tiempo mas. Hasta cuando? No lo se. Por que? Porque simplemente esto clandestino tiene su gusto picante que me encanta y fascina. Lastimo personas? Por desgracias si. Y por que no lo dejo de hacer? Porque soy una cobarde que ama sin solución. Soy así, y soy feliz. Por que? Porque amo a alguien con el corazón!”