viernes, 2 de septiembre de 2011

Y si alguna vez

Y si alguna vez

...Y si alguna vez me quieres llamar,
Te diré que nada se termina.
Y si alguna vez me quieres hablar,
Estaré a la vuelta de tu esquina...

-ensayando todavía? -le preguntaron a ella, sacándola de sus pensamientos
-si, es que... -no dijo más
-muy dedicada esta la letra que escribiste, no? -eran amigos hace casi cuatro años, ya se conocían
-sabes que sí -miraba el suelo. Estaba sentada "como indio", frente al gran espejo de esa sala de ensayos
-por qué no se la mostras? digo, quizas ya la escucho pero no sabe que la compusiste vos, y si se entera de eso, quién dice que no ordene su cabeza - le levantó el rostro con un dedo para que lo mirara y le sonrío
-muchas gracias Pitt -lo abrazó, se paró y se fue

~

Día siguiente. Tres de la tarde. Era domingo, y ella sabía que él se quedaba en su casa para mirar futbol. Decidida pero nerviosa, estaba en su auto conduciendo hacia allí, para seguir el consejo de su amigo, aunque muy bien no tenía definido cómo lo haría.
Tocó el timbre y el dueño de casa bajó a abrirle, bastante sorprendido de aquello. Lo saludó tímida y él la invitó a pasar. Subieron hasta el piso correspondiente en sumo silencio, pero con una expresión en sus rostros idéntica: una mezcla de alegría y extrañeza.
Entraron, y al hacer esto, una voz de mujer se escuchó.

-Pablo, seguimos ensayando o...? -la chica no continuó hablando
-Oli, ella es Rocío. Rocío, ella es Olivia, mi compañera de trabajo -el morocho las prensentó
-Al fin te conozco, escuché tanto decir de vos -le dio un beso muy cálido a la recién llegada
-ah, si? -preguntó la de ojos mieles
-sí! es que Pa... -el chico la miró fulminante -es que pasa que Cande siempre cuenta anécdotas y vos estas en muchísimas -inventó para safar
-mirá vos -sonrió sin creer mucho -mandale saludos a la flaca cuando la veas -pidió amable
-yo me estoy yendo para su casa justo, le digo, no te preocupes -le volvió a dar un beso en la mejilla y fue hasta Pablo -suerte, y no seas lenteja -dijo en su oído al despedirse, para luego marcharse
-este... yo venía para... -exactamente, para qué había ido?
-tomamos unos mates? -Pablo la conocía mejor que nadie. Sabía que en esos momentos en que se ponía nerviosa era mejor darle espacio, para que se aflojara tranquila y a su tiempo
-dale! -sonrió feliz, al reconocer que aún era el mismo de antes, y reconocía sus circuntancias

Se sentaron alrededor de la mesa de la cocina. El termo al lado de él y un plato con galletitas en medio. No decían nada con palabras, se comunicaban mediante sus miradas, se reían y sonrojaban.

-me querés ayudar a ensayar la letra? como hacíamos antes -propuso el ojiverde, recordando años anteriores
-pero si llega a venir Macarena, y me ve acá, no te va a hacer lío? -no ingenua, sino precavida y preocupada por no ocacionarle problemas
-con Macarena ya terminó todo, fueron unos semanas, pero nunca fue lo que yo estaba acostumbrado de una pareja. Todos creen que seguimos o que estoy mal, pero no es así -sonrió de costado
-deberías publicarlo -habló por lo bajo
-qué? -no le entendió del todo
-nada, no me hagas caso -negó sonriendo
-voy a traer los libretos, ya vengo -le hizo una seña de que espere y fue a su habitacíon

~

"Perdoname, era muy raro, y sabía que si seguía ahí no te iba a poder decir lo que quiero decirte. En este CD hay un tema que compuse, y como sé que vos sos muy sincero conmigo, me gustaría que me digas la verdad de lo que opinas de este mismo. Perdón por no quedarme, espero que me entiendas, no te enojes y escuches la canción. Te Quiero. Rochi"

Esta fue la nota que encontró Pablo, al regresar de su habitacíon, a la cocina. Estaba sobre un CD, y escrita con una letra tan dulce y bonita, que sabía que decía verdades. Sonrió al leerla, y automaticamente buscó su reproductor para hacer eso que le pedía.

...Todo lo que fue, no es tan fácil olvidar
Si hoy no pudo ser, otra vez será
Pero no me digas nunca más.


No quiero saber, si no hay nada mas que hablar
No te perderé, no te voy a odiar
Este juego no tiene final...

~

-hola? -eran las veinte horas, y Rocío había recibido un llamado
-y si alguna vez, te quiero llamar, me diras... -cantaron del otro lado del teléfono
-que nada se termina -entonó ella con su mejor sonrisa y toda la felicidad que le salía del cuerpo
-y si alguna vez, te quiero hablar, estaras en la puerta de tu casa? -no cantó, preguntó y la rubia, rápidamente, abrió su puerta
-qué haces acá? -cestionó aún sorpendida
-Decidí volver a intentar recuperar, el amor que fue, que ya quedo atras, pero al que aún me duele renunciar -seguía hablando mediante la canción
-te gustaron la letra y el ritmo? -las sonrisas no se borraban de sus rostros
-me gustas vos - lo miró atónita -vine aca, volvemos a comenzar? -le tomó dulcemente el rostro y ella sólo asintió

Luego de eso, todo fue muy rápido. Se besaban como si no hubiera un mañana, o quizas recuperando todos los meses que estuvieron separados. Todo el mundo se los decía, pero ellos, cegados por el dolor o la culpa, no lo podían notar: un amor tan grande, no podría morir jamás.

~

A Pedro le llegó un mensaje, a las dos de la mañana. Él, obviamente, estaba durmiendo. Al día siguiente debería levantarse temprano para ir a ensayar. Buscó el celular en la mesa de luz, y cuando lo leyó, sonrío y contestó.

Msj de Peter: Gracias por qué?
Msj de Rochi: porque gracias a vos, acabo de reconfirmar mi amor por Pablo. Te quiero, y te dejo dormir. Mañana hablamos bien :D

Eso daba por sobreentendido todo. Pablo y Rocío acababan de hacer el amor. La rubia se vió obligada a agradecerle a su amigo, mientras que, su nuevamente novio, le besaba el cuello tiernamente.