miércoles, 29 de junio de 2011

Enséñame a amar

Enseñame a amar
Parte 1: ayuda escolar

Ella una excelente alumna. Había pasado a sexto año de la secundaria con las mejores notas de todo su nivel. Padres orgullosos. Amigas únicas e irreemplazables. Podría decirse que estaba atravezando una parte de su vida realmente soñada, ya que no tenía más preocupaciones que lo que a ella le gustara. Dificultad con los estudios, evidentemente, no tenía. Así que le sobraba el tiempo libre.

Transcurría ya el cuarto mes de clases, y el padre comenzó a preocuparse. Las calificaciones de su hija habían empezado a bajar, pero solo en una materia. Por este mismo motivo, el señor decidió ir a hablar al colegio. Pidió una entrevista con el profesor de dicha materia y habló tranquilo.

(Lunes, 15:30hs. Se daba por finalizado la actividad de la tarde de los alumnos. Todos retirándose del aula)

-Rocio, puedo hablar con vos? -preguntó el profesor a la mencionada alumna
-chicas, nos vemos mañana -se despidió e ingresó nuevamente donde él se encontraba -digame profesor -sonrió amable
-estuve hablando con tu papá -ella asintió -y bueno, está algo preocupado por tus notas -Rocio revoleó la mirada -y a decir verdad a mi también me extraña. Vi tus calificaciones de años anteriores, y es la primera vez en mucho tiempo que decaen de esta forma. Vos tenés algún problema con mi materia, conmigo, con algo? porque es solo en literatura -la rubia estaba pensando qué decirle
-lo que sucede, es que estoy algo distraída -bajó la cabeza
-si querés, yo puedo ayudarte, para que recuperes tus calificaciones de antes. Eso sí, tiene que ser después del horario escolar, donde estemos tranquilos y no te distraigas -esto mismo era verdaderamente lo que el padre de la joven le pidió
-no hay ningún problema. Cuándo podríamos comenzar con las clases particulares? -rió entre dientes. Por algún motivo estaba contenta
-vos tendrías problemas de ir a mi casa? o de que yo valla a la tuya? -Rocío lo miró sorprendida -es que en el instituto no hay lugar, estan los mas pequeños con el apoyo escolar -sonrió de costado
-no me tome de atrevida, pero sería mejor en su casa, porque mi hogar es una distracción en sí -lo miraba fijo
-hablá con tus padres, y me avisas mañana. Yo voy pensando todas las posibilidades hoy -asintió por última vez, y se despidieron

(Rocío, la rubia de ojos color miel, volvió a su casa tranquila, analizando profundamente que haría luego. Debía hablar con su padre, pero no solo por lo que le había dicho el profesor, sino tambien por algo tenía que ver con dicha persona y con él mismo.
Sin perder su simpatía, pidió permiso para entrar en el escritorio de aquel señor, y al recibir una respuesta positiva, abrio la puerta, encontrándolo sentado, tras sus cosas, firmando papeles).

-Pa, por qué hablaste con mi profesor de literatura y no me dijiste nada? -pacíficamente cuentionó
-porque quizas te enfadabas conmigo debido a eso, así que preferí que te enteres. Igual de todos modos, parece que no fue tan malo, porque seguis alegre como siempre -asintió
-es que tenes razon. Necesito ayuda en esto. Estoy algo dispersa, y creo que las clases particulares que Pablo me afreció me van a servir -toda adolescente común, en esta situación, se hubiera puesto muy de mal humor y enojado por el entrometido en sus cosas, pero ella era muy inteligente, sabía lo que hacía
-Pablo? quién es Pablo? -preguntó él sin entender
-el profesor -su padre la miró -disculpame, te entendí. Una falta de respecto hablar así de alguien que no me dio autorización para tratarlo de esta manera -bajó la cabeza. Esta era la educación que ella había recibido durante sus diecisiete años
-mejor así -el señor la seguía mirando -necesitas algo mas? -indagó
-sí -sentenció -el profesor me propuso que yo valla a su casa, con tu permiso, para allí estudiar tranquilos. En el coelgio no hay espacio disponible -afirmó
-y acá por qué no? -lógica pregunta
-porque con todas las cosas tuyas y de mamá, la gente que viene y eso, se me va a hacer imposible. El único lugar pacífico es mi habitación, y a ese lugar no voy a llevar a un profesor -dijo con un tono preciso, que provocó que su padre ría entre dientes
-te entiendo. Y esta bien. Confío en vos. Decile al señor Pablo, que te autorizo a que las clases sean en su casa, pero bajo su responnsabilidad. Y que luego hablamos de sus honorarios -sonrió e hizo que se marchara de ese lugar, debía seguir trabajando

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Parte 2: La casa del profe

(Finalización de la clase matutina. También terminaba el horario escolar del día de ambos. El timbre indicaba la hora de salida. Ellos se quedaron dentro del aula)

-profesor, mi papá me dio el permiso de estudiar en su casa - comentó
-genial -le sonrió
-cuándo podemos empezar? Lo mas antes posible sería mejor -aseguró
-mirá, yo ahora hasta la tarde, estoy libre. Hablalo con tu papá, y si te deja, comes en mi casa y automáticamente comenzamos a practicar y revisar lo que no entedes -a todo esto, esas actitudes de Pablo eran entendibles, solo tenia 21 años
-si me aguarda unos minutos, lo llamo por teléfono y listo
-no hay ningún problema -asintió y salieron afuera, él dirigiéndose a la puerta de salida del instituto y ella hacia el baño para comunicarse con su casa

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(baño de mujeres. Rocio dentro de un cubiculo con su celular en mano)

-hola, ma?-llamaba a su casa y le antendió esa señora
-Rocio? por qué me llamas? -no era una pregunta de mala gana, sino sorprendida
-voy a estudiar con el profesor ahora. Como en el camino a su casa. Le avisas a papa? -no le estaba pidiendo permiso
-si, no hay problema... entiendo la llamada -su madre la conocía
-gracias. Sos una genia. Te amo -se despidió y cortó la llamada

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(Pablo esperándola en la salida, ella llegaba hasta él)

-ya estoy -le sonrió y comenzaron a caminar
-te dejaron? -le preguntó
-si, si obvio. Sino ya le hubiese dicho que no -rió entre dientes -disculpe, pero le puedo hacer una pregunta? -su forma educada de tratar a la gente, no desaparecía de ninguna situación
-si, como no -ahora él sonrio
-cómo vamos a ir hasta su casa? porque que yo sepa, no hay ningín vecino nuevo en la zona. Mi papa es muy sociable, conoce a mucha gente del barrio, y supongo que si vive lejos, no iremos caminando -lo miraba fijamente
-no te preocupes Rocio, vamos en mi auto -justamente habían llegado a donde éste estaba
-ah -contestó simple
-adelante -dijo él, abriéndole la puerta
-muchas gracias -esos gestos corteces, la rubia los valoraba muchísimo

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(Puerta de la casa de Pablo. Estaban ingresando)

-disculpame el desorden. No es particular en mí. Estuve corrigiendo y no tuve tiempo de acomodar mucho -cerró la puerta tras él
-no hay ningún problema. Es su casa, puede tenerla como usted quiera -Pablo le colgó su abrigo
-te puedo pedir un favor enorme Rocio? -pregunto él, dejándola a ella algo descolocada
-si, digame -lo miraba expectante
-me podes tutiar? me molesta muchísimo que me traten de usted. Tengo 21 años, no cuarenta -rió y ella hizo lo mismo
-esta bien, si usted lo pide -él la miro -perdón. Si vos qeres -sonrió
-gracias -él tambien lo hizo

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(Instantes siguientes. Cocina)

-te gustan los ravioles con salsa? -cuestionó él comenzando a cocinar
-si, si. Me gustan -asintió
-siempre sos asi? -hablaban mientras él seguia con lo suyo, y ella lo miraba parada, cerca suyo per sin molestarlo
-así cómo? -no había entendido completamente
-te noto como introvertida, y por lo que son tus amigas, no creo que seas de esta manera todo el tiempo-la miró de reojo
-disculpe... -bajó la cabeza -digo, perdón -lo miró por pequeños segundos -es que me resulta muy raro esto -se confesó
-qué? el que una alumna este en la casa de un profesor almorzando con él? -ella asintió -pero raro incómodo o raro inusual? porque si no estas cómoda, no vamos a poder estudiar, y de ser asi, vamos a otro lado, no hay drama. Yo por algo te pregunté antes -había dejado unos minutos la comida de lado, para mirarla enserio
-no pasa nada Pablo. Es una rareza graciosa. No tengo ningún problema con el lugar. Además, muchas profesoras particulares de otras asignaturas, dan clases en sus casas, es lo mas común -sonrió
-segura? -qeería confirmar
-si -sentenció -falta mucho para comer? -cuestionó cambiando completamente el tema de la conversación
-tenes hambre? -ella afirmó con la cabeza -probá -le dio un pedacito de carne con salsa -y? cómo está? -Rocio terminó de comerlo
-muy rico -con una servilleta de papel se limpió la boca -no sabía que además de profesor de literatura sabías cocinar -lo halagó sutilmente
-gracias, pero igual no hay que ser muy inteligente para cocinar esto -rió entre dientes
-te aseguro que más que Nicolas, sí -ella también rió y ante la cara de desentendido de él, prosiguió hablando -era un amigo que un día intento cocinar algo, y casi quema su casa -ahora reían juntos
-esta es la Rocio que yo me imaginaba -asintió sonriente

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(Sentados en la mesa, dando por finalizado el tiempo de almorzar)

-vos andá sacando las cosas, que yo acomodo todo esto, y estoy con vos -Pablo juntó unas cosas de la mesa y las llevó al lavaplatos
-dónde pongo esto? -le preguntó Rocio, con las últimas cosas sucias de la comida, en la mano
-dame -él tomó lo que ella sostenía y lo colocó donde debía -andá por favor a hacer lo que te dije
-bueno. Perdón. Pensé que ya había mas confianza, no es para que me trates así -tenía diecisiete años y una facilidad para ponerse triste increible
-perdoname. Pero si no me pongo firme me sobrepasas. Esta bien que fue mala mi actitud, pero tenemos que estudiar -le dijo una vez dispuesto a comenzar con lo suyo; sentados ambos nuevamente en la mesa, con todos los libros y carpetas correspondientes

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(Pasadas al rededor de una hora y cuarto)

-la verdad, no sé por qué en el colegio no te sale bien, si acá me supiste decir todo perfectamente. Lo teórico esta bárbaro. Lo práctico? -la miró fijo unos instantes -que lindos ojos mieles que tenes -se había distraído él en esta oportunidad, dejándose llevar por la belleza particular que tenía en frente
-gracias -silencio puro, ambos perdidos en los ojos del otro
-releé todo de nuevo, y después un descanso -sonrió y se levantó, dirigiéndose al baño

(Realmente Pablo no podía creer lo que había dicho. Era un descuido de su parte, sabía muy bien lo que su cuerpo sentía, pero efectivamente no iba a hacer caso.
Se lavó la cara varias veces y salió de donde estaba, para encontrarse con ella en la puerta de allí mismo).

-precisabas algo? -preguntó amable
-hay algo que no entendí -frunció los hombros -y no sabía donde estabas. Necesitaría que me expliques de nuevo -con esas ciertas acciones parecía una nena chiquita, pero que sabía como cautivar
-decime qué -ya se estaban dirigiendo a la mesa otra vez

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Parte 3: papá

(19:30 de la tarde. Rocio llegaba a su casa)

-de dónde venis? -cuestionó su padre algo enfadado por la hora
-de estudiar con el profesor -contestó tranquila
-tan tarde? te fuiste al medio día casi -no le creía mucho
-estuve practicando un montón, si no me salía, rehacía todo -también, la trataban como chiquita
-no estaras viendo a algún chico vos, no? -lo primero que se le ocurrió
-nada que ver pa, vos sabes que yo no mezclo. Además yo te digo dónde estoy. Y si te dije que estaba estudiando, no te mentiría para irme por ahí -se le acercó y lo abrazó -confiá en mí papá, quiero que vuelvas a sonreír cuando veas mis notas -era un padre muy complacido por parte de su hija
-esta bien -sonrió -ahora andá a asearte, que después comes y vas a dormir temprano. Mañana hay que ir al colegio -la vio irse hacia su habitación

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(Dia siguiente. Comienzo de primer hora de clase. Literatura)

-profe, puedo hacerle una pregunta antes de empezar? -Rocio estaba en el escritorio
-me gusta que sepas ubicarte en situación. saber que acá no tenes que tutiarme -Pablo sonrió
-gracias -ella imitó la acción -quería saber si hoy podriamos estudiar también. Necesito que para las evaluaciones próximas, yo misma me sienta preparada -le comentó
-hoy hay actividad extra, así que después yo me comunico con tu papa, pregunto si estas autoriazada, y a la salida te cuento -la miró -andá a sentarte, prestá atención, que es buena práctica también -ella hizo caso

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(18:00 hs. Rocio esperando al profesor en la puerta del aula)

-necesito el número de teléfono de tu papá -le dijo él, al salir de allí dentro
-acá tenes -le mostró su celular y él marcó en su móvil
-hola señor Igarzabal... soy el profesor Martinez... solo quería preguntarle si le da permiso a su hija para ir ahora conmigo a mi casa... -Rocio escuchaba solo una parte de la conversación -sí, entiendo su extrañeza, lo que sucede es que ella quiere estar lista para los exámenes... entiendo, pero si es por eso, no se preocupe, que si usted no lo cree una falta de respeto, yo la puedo llevar a su casa con mi auto... no me es ninguna molestaia... está bien, no se me va a pasar la hora... hasta luego -fin de comunicación
-eso fue un sí? -ella estaba alegre
-sí, pero a las nueve, como muy tarde, tenes que estar en tu casa -le informó
-me llevas vos? -preguntó, ya caminando hacia el auto de él
-si, se lo prometi a tu papa, lin... -no  continuó hablando
-genial -se hizo la distraida

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(Casa de Pablo. Ellos apenas entrando)

-ya sabes donde esta la mesa, vos ubicate que yo me voy a cambiar esta ropa tan formal -le avisó y se fue. Rocio preparó todo lo necesario. Luego de unos minutos, vio entrar a donde ella estaba al morocho, terminándose de poner la remera (antes de que se la acomode, se le pudo ver un poco el torso medianamente trabajado que tenía) -ah bueno -dijo ella casi inaudible
-ya estoy. Vos empezaste? -se sentó a su lado
-n...no lo...lo estaba esperando a usted -contestó
-cuando estas nerviosa no me tutias? -rió entre dientes
-qué? nerviosa? yo? nada que ver -miró para otro lado
-continuemos por favor -sonrió pícaro y se dispusieron a estudiar

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(Aproximadamente una hora mas tarde)

-ya me cansé de lo teórico. Me servis algo de tomar?, asé después hablamos de la materia. Mucho escrito por hoy -se quejó
-ahí te traigo -se levantó y buscó aquello pedido -acá está -se lo entregó
-gracias -tomó un sorvo -por lo que veo, no tenes novia -Pablo la miró sorprendido
-no ibamos a hablar de la materia? -preguntó sin entender mucho
-por eso mismo -ella asintió -estamos viendo todo tipo de literatura romántica. Lo relacionamos con romanse real y estamos dentro de la materia -sonrió pícaramente
-no, no tengo novia, pero sabes qué? -Rocio lo miraba expectante -vos me haces acordar mucho a mi ex -comentó
-ah, si? por qué? -cuestionó muy interesada
-porque también se llamaba Rocio -ese había sido un comentario muy desacertado para la ocación -pero son muy diferentes -nuevamente provocó curiosidad en la rubia
-por qué? -habian dejado los libros a un lado, por un rato
-porque ella no pensaba lo que hacía ni decía, en cambio vos sos extremadamente educada; a ella no le importaba lo que decía la gente, y vos estas pendiente de tu papá. Y para completarla, ella era morocha, más grande que yo, pero mucho mas petiza -rió
-eso son halagos o insultos? -no fue totalemnte explícito en ese sentido
-ni uno, ni lo otro. Son comparaciones entre dos personas demasiado diferentes
-ah -volvió a sonreír, y esta vez, él acompaño en acción también

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(20:50 hs. Puerta de la casa de Rocio. Ella y Pablo arriba del auto)

-chau, buenas noches y muchas gracias por traerme -se acercó a saludarlo, pero ambos movieron su cabeza hacia el mismo lado, provocando que sus narices rocen, que sus bocas queden a escasos centimetros, que la situación sea más comprometedora. Definitivamente estaban a punto de besarse
-no! tu papá me mata si me ve así con vos -se separó bruscamente
-viví toda mi vida en lo correcto. Una vez en estos diecisiete años quiero hacer algo que a mí me parezca bien, sin importarme la opinión de mi papá. Por favor Pablo, sé la excepción a la regla -evidentemente, ella estaba cansada de la dependencia casi absoluta de su padre -además, yo noto como me miras en clase, de reojo, sonriéndome, sin quitarme la vista de encima. Yo no me tiraría a una pileta que no tuviera agua -todas esas cosas eran ciertas. En las horas que estaban juntos, era imposible evitar el contacto visual entre ambos

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Parte 4: Enséñame a amar

(Salida del colegio. Rocio con su celular en mano, sentada en un banco de allí dentro)

Para Papá:
Pa, mañana me toman oral de literatura. Va a ser la primera nota del segundo trimestre, y quiero obtener una muy buena calificacián para que vuelvas a estar orgulloso de mí. Me dejas ir a estudiar a lo del profesor? por favor. Te aseguro que no es en vano.

-vamos linda? -preguntaron tras ella
-por su puesto. Autorizada a irme a estudiar con usted -rió y tomó su mano, para caminar hacia su auto

(Casa de Pablo. Habitación del él)

-es muy lindo estar asi con alguien, y más si es con vos -confesó ella mas que feliz, mientras no despegaba sus labios de los de él
-linda sos vos -estaban sentados, enfrentados pero sin espacio que los separara, sobre la cama
-te quiero pedir un favor -habló un poco mas enserio ella
-soy todo oidos -sonrió
-enseñame a amar Pablo. Es la primera vez que siento algo así, no me gustaría que sea una ilusión solamente -dijo sinceramente y con el corazón
-te puedo asegurar que esto es real, y que va a durar desde ahora y hasta el infinito -le tomó la cara dulcemnte, con ambas manos, y volvió a besarla, pero esta vez con mucha mas ternura que antes, ya que esos eran besos apasionados y cargados de alegría incontrolable -yo te prometo enseñarte a amar, pero quiero que vos me digas la verdad de la cosa -Rocio lo miró sin entender nada -cuál era tu distracción que no sacabas buenas notas? -gran duda
-pura y exclusivamente vos -rió entre dientes y volvieron a unir sus labios